D.O.A., Treason, 2020

Por: Rolando J. Vivas

Hace poco hablábamos sobre la diversificación como una estrategia para constituirnos como seres únicos con una personalidad propia, poníamos como ejemplos al fisicoconstructivista, autor de libros y filosofo Mike Mentzer, al director de cine, compositor, guitarrista, escultor y escritor David Lynch, podríamos incluir también al canadiense Joey Keithley, vocalista y guitarrista de las leyendas hardcore D.O.A., que además podría incluir en su currículo actividades como activista político, propietario de una disquera, padrino del punk rock canadiense y consejero ciudadano en British Columbia, personaje iconoclasta al frente de una de las instituciones musicales de punk rock más importantes del vecino país de muy al norte, se dice que los D.O.A. dieron nombre al brutal genero al editar su disco Hardcore ´81, en el año de 1981, convirtiéndose en parte de la escena norteamericana que entonces incluía a bandas como los Bad Brains, los Minor Threat y claro, los Black Flag, mientras que el termino “hardcore” se había ya asignado a ciertos grupos o escenas dentro del mundo del punk rock, sería el disco de la banda el “banderazo” para la consolidación de la escena, que se convertiría en la versión americana y más brutal del punk rock inglés que se hallaba más obsesionado con la moda que con la energía y la violencia.

D.O.A., con todo y el consejero Keithley, regresan con un disco que para nada demerita el estatus de leyenda del trio, a pesar del paso de los años y la diversificación de intereses, Keithley continua siendo la punta de lanza de la banda, que se inspiran de los hechos presentes, turbados por la administración Trump, de la misma manera en que Reagan se convertiría en el origen de mucha inquietud social en la Norteamérica de los 80s, con un disco titulado Treason, y una portada que hace alusión a personajes como Donald Trump, Vladimir Putin y Kim Jonng Un 8y con una clara influencia de los Sex Pistols), está claro que los D.O.A. se encuentran más en su zona de confort que nunca, listos para crear estridentes y breves temas con duras consignas contra el estado de la política actual, con una visión que no se ha suavizado en lo absoluto, a pesar del involucramiento de Keithley en el mundo de la política en su natal Canadá.

El disco en tono marcial con All the President´s Men, con Keithley al frente del portentoso ataque de disonancia, vulgaridad y velocidad, elementos que la banda domina a la perfección, con ritmos intensos cortesía de la sección rítmica a cargo de Mike Hodsall en el bajo y Paddy Duddy en la batería, Wait Till Tomorrow es otro bestial asalto a los oídos a toda velocidad en plan los Ramones o Black Flag, de ésta forma la banda avanza de forma frenética con las guitarras de Keithley escupiendo ruido de forma rabiosa y demostrando que Keithley no es ningún aficionado tras el instrumento que ha ejecutado por casi 40 años, mostrando una actitud y carácter admirable, desplegando una energía que incluso las jóvenes bandas de punk deben envidiarle.

Hay temas cercanos al más puro rock n roll, como It Was D.O.A., que integran a la perfección el extraordinario sentido del humor de la banda, o Just Got Back From the USA, que son verdaderas joyas del punk rock, en forma de clásicos automáticos a cargo de una banda de veteranos que no han regresado para explotar la nostalgia, sino porque se han dado cuenta que el mundo está en una situación deplorable, igual o más que en los 80s, con una nueva Guerra Fría asomándose y una crisis económica avanzando, incluso recuperando un viejo tema clásico de la banda y actualizándolo para la ocasión, Fucked Up Donald, o retomando un legendario tema a cargo de Neil Young, My My, Hey Hey, que no hace otra cosa que seguir elevando el colosal estatus de la banda como embajadores absolutos del rock duro, (en su disco Hardcore ´81, la banda ejecutaba una prodigiosa y furiosa versión del clásico de los Led Zeppeli, Communication Breakdown).

El disco cierra con Gonna Set You Straight, con esas guitarras punzo cortantes y un poco de las maniáticas vocales de Keithley, llegando finalmente a la deslumbrante It´s a Treason, toda una monstruosidad a alta velocidad que no hace otra cosa que refrendar, 40 años después el estatus de los D.O.A. como reyes absolutos del hardcore punk canadiense, nunca nadie lo ha puesto en tela de duda, nadie podría.