
Responsabilidad de Protegerse
Por: Rolando J. Vivas
Muchos ya dan por un hecho que el nuevo coronavirus puede quedar suspendido en espacios cerrados y carentes de ventilación, lo cual lo vuelve sin más peligroso y explica los enormes riesgos que se corren en aviones, transporte público, oficinas, iglesias, salones de eventos y cines, los cubrebocas se convierten entonces en el principal medio de defensa contra el contagio, lo que muchos negaron a diestra y siniestra en un inicio, ahora nos damos cuenta del gran error que cometieron y que costó muchas vidas, se pudieron prevenir muchos contagios si la conciencia de usar el cubrebocas se hubiera creado en todos, el deber de cuidarnos y cuidar a los demás, debió ser la principal estrategia para atajar la pandemia, pero ni los presidentes ni las principales autoridades en el tema, se pudieron de acuerdo con la rapidez necesaria, a muchos no les convenía, era mejor negar la importancia de usar cubrebocas con el fin de no agotar las existencias en el sistema de farmacias y en el sector salud, muchos de ellos mal abastecidos y forzados a trabajar en paupérrimas condiciones, siendo víctimas de los primeros y principales brotes.
Hoy vemos a un Jair Bolsonaro presuntamente enfermo de aquello que llamó una gripecita, al presidente Andrés López usándolo para viajar a los EEUU y a Donald Trump usándolo por primera vez ésta semana, los expertos como Anthony Fauci advierten que tal vez no haya una segunda ola, sino que la primera aún no termina y se pondrá peor, con pronósticos de número de contagiados y muertos en verdad aterradores, mucho ha tenido que ver la poca coordinación de los países a nivel global, la desinformación, la falta de disciplina, los intereses económicos que muchas veces se han puesto primero, y la ignorancia de muchos que siguen pensando que todo es una gran mentira, y que en Youtube y en cadenas de Whatsapp creen encontrar las explicaciones mágicas a lo que no quieren entender.
La lógica de usar cubrebocas debió ser simple y ampliamente generalizada, pero a los gobiernos les gusta generar problemas para después vender soluciones, sin consideramos el nivel de partículas del virus liberadas por una persona contagiada sin saberlo, en un espacio cerrado, estas se ven reducidas si la persona se cubre nariz y boca, si el uso de cubrebocas fuera general, el riesgo de contagiarse disminuiría drásticamente, no hablamos de eliminar por completo el virus, pero si de reducirlo considerablemente, esto, más un confinamiento inicial, corto pero estricto, la sana distancia, el lavado de manos y el control se concentraciones se gente en espacios cerrados, debieron ser medidas más que suficientes para reducir el impacto de la pandemia, incluso en temas económicos, pero una vez más, se confió en los gobiernos y no en la capacidad de generar soluciones rápidas y sencillas por parte de la misma sociedad, se confió en personajes más preocupados por la economía que por la vida humana y los lamentables resultados siguen al alza.
Sabemos que la luz mercurial en las calles no evitará que se cometa un asalto por la noche, pero si sabemos que en donde hay más iluminación hay menos probabilidad de que ocurra, lo mismo sucede con el cubrebocas, cualquier protección siempre será mejor que nada, suena lógico, pero para muchas autoridades no lo fue, e incluso lo negaban públicamente, para lamentablemente recapacitar después, provocando la obvia confusión y sumando a la campaña de ignorancia detonada incluso por mandatarios que se negaban a usar el cubrebocas e incluso a negar la magnitud de la pandemia, y que aún hoy en día la minimizan señalando que por tener México una población mucho mayor que Italia, tener un número de muertes igual a aquel país, lo hace una tragedia menor.