Actitud y Pasión

Por: Rolando J. Vivas

No hay decisiones perfectas (en otra ocasión hablaremos más a fondo sobe las decisiones), ni tampoco candidatos perfectos, eso no significa que no podamos tomar una decisión que no nos deje mayormente satisfechos o aceptar un candidato que aunque no nos parezca perfecto, no resulte el mejor indicado para la vacante que requerimos cubrir; Vienen épocas difíciles en el entorno económico del país, la incertidumbre en el entorno empresarial y la amenaza del desempleo se han vuelto una constante cada vez más relevante, al mismo tiempo, me ha tocado observar plazas que tardan meses en cubrirse y candidatos que pasan meses sin poderse colocar, puestos que están sobre-especificados, sin corresponder en mayor parte de las ocasiones al sueldo ofrecido, y es que la realidad es que se ha abusado en los requerimientos, queremos profesionistas sobre calificados para los puestos, queremos pagarles menos de lo que se debería y después nos quejamos del porqué éstos candidatos dejan la posición en unos meses, al apenas completar el año y por si fuera poco después los culpamos de la falta de compromiso, “esos millenials”, al final, la responsabilidad en gran parte es del contratante, quien debe desarrollar y formar al candidato y no esperar que quien llegue resuelva milagrosamente todos los problemas de la empresa, desde el primer día.

He tenido la suerte de apostarles a esos candidatos que muchas veces son rechazados por contar con poca experiencia, por no ser “expertos” listos para “dar resultados el primer día”, si sabemos y hemos tenido varios “descalabros” con candidatos de amplia experiencia y currículos rebosantes de habilidades, ¿Por qué seguimos haciendo lo mismo? Muchas veces me han solicitado perfiles de puesto imposibles, y he visto al personal de RRHH demorando meses para cubrir una vacante debido a que los candidatos que cubren los requisitos del puesto no están interesados en el sueldo ofrecido, he visto a esos candidatos sobre calificados aceptar esos puestos y después dejarlos en menos de un par de meses, frustrados, y también he tenido la fortuna de contratar candidatos sin mucha experiencia, pero con unas ganas enormes de aprender, desarrollarse y destacar, y es esa actitud la que me parece invaluable y una variable a la cual muy pocos parecen querer apostarle, he tenido el gusto de recomendar la contratación de esos candidatos en contra de la voluntad de muchos, para después ver que con la adecuada capacitación es posible tener candidatos verdaderamente comprometidos y agradecidos por la oportunidad, candidatos que ven cambiar su vida ante ésta oportunidad y que desarrollan una lealtad gigantesca hacia la empresa, cómo en los viejos tiempos, cuando decía mi padre que se contrataban muchachos en la calle para puestos importantes “sólo por la actitud”, un ex Director de una empresa nacional inició como “paqueterito”, y pudo crecer profesionalmente hasta llegar a Director, gracias a la oportunidad que se le dio desde muy joven, a pesar de no contar con estudios, ¿Cuántos hoy en día, dan oportunidades así? ¿Cuántas historias así se han dado recientemente?

Tuve la fortuna de descubrir esta manera de contratar hace décadas, de hacerlo en base a la actitud y no a la experiencia y ver a éstas personas crecer de forma exponencial y con un compromiso con la empresa cómo muy pocos pueden lograr, en lo personal puedo hablar sobre el éxito de ésta forma de contratar y de cómo así se consigue reducir la rotación de forma exitosa y se consigue una lealtad enorme por parte de los empleados, estoy convencido de que el área de RRHH se tiene que reinventar y de que las empresas tienen que hacer un compromiso por re diseñar sus procesos de reclutamiento y selección, dejar de pensar en el candidato perfecto y empezar a ver a las personas con la mejor actitud y ganas de hacer las cosas, encontrar a verdaderos apasionados de crecer y aportar, son ellos los que pueden dar ese impulso a las empresas que tanto se necesita hoy en día, son ellos los que pueden romper la dura inercia hoy en día e inyectar esa energía y dinamismo que podía ayudarnos a salir rápidamente de la situación económica en que se encuentra el país, sólo basta aceptar que las decisiones no tienen que ser perfectas, y menos los candidatos, debemos entender que contratamos personas y que entre más insertamos en personas, mejores resultados tendremos en el mediano y largo plazo, evitemos caer en las trampas del corto plazo, que sólo nos traen problemas a largo plazo, contratamos pasión y actitud.

Advertisement