Seis Meses de Soledad

Por: Rolando J. Vivas

La pandemia derivada del surgimiento del Covid en el mundo, se ha convertido en un momento de reflexión y de transformación global, ha sido un golpe durísimo para el consumismo, para el empleo y la educación como los solíamos conocer, ha sido un poderoso catalizador de cambio que ha empujado e impulsado a niveles insospechados la innovación y la creatividad, no es sorpresa que en industrias como la musical, haya llevado a muchos artistas por sendas totalmente diferentes y a buscar nuevas formas de expresarse, de comunicarse y de estar en contacto con sus seguidores.

Imposible no considerar a los Flaming Lips si hablamos de evolución o de transformación, los de Oklahoma se han vuelto asiduos a la rápida evolución en casi cada uno de sus discos, desde sus inicios en los primeros años de los 80s, hasta su forma actual, con un éxito comercial rotundo gracias a su adopción de sonidos sinfónicos, música electrónica y aplicación de elementos multimedia en sus shows, éstos últimos, precisamente adaptados a la época de distanciamiento social con una asombrosa, emotiva y disruptiva presentación en el programa The Late Show with Stephen Colbert, en el que el grupo se presentó (al igual que la audiencia) en burbujas enormes al tiempo que ejecutaban de forma épica su canción Race for the Price, acerca de una carrera global entre científicos para encontrar una cura para una enfermedad, resultando incluso proféticos si consideramos que el tema se publicó hace más de 20 años, ¿A caso los FL nos están mostrando el futuro para las presentaciones en vivo de forma segura?

Figura del rock gótico por más de 30 años, Nick Cave, siempre innovador en temas musicales, no se quedó atrás durante la pandemia, sin su grupo The Bad Seeds, Cave no optó por hacer una presentación meramente “solista”, sino de mostrarse a través de un desolador largometraje presentado a nivel mundial en forma de concierto, imprimiendo una brutal sensación de soledad y de aislamiento en su presentación en el Alexandra Palace, en un evento titulado Idiot Prayer, con un Cave en medio de una soledad conmovedora, repasando al piano más de 20 de sus temas ya conocidos, aquí nos toca preguntarnos si el intento dramático de Cave, por mantener el contacto urgente con sus seguidores, se convertirá en el nuevo camino para los shows en la era del Covid.

Una más que se sumó de forma entusiasta a la transformación, fue la cantante y compositora juvenil Taylor Swift, quien editó hace unos días su disco Folklore, sorprendente disco que se ha convertido en un suceso de ventas y que representa un nuevo cambio en la dirección musical de Swift, quien ha ido e la música country al pop juvenil, y que ahora parece aprovechar el confinamiento global para reinventarse como artista más maduro y con temas más elaborados, orientados a una audiencia menos juvenil, en un movimiento un tanto inesperado y con un disco que llega como gran sorpresa para muchos.

 Por último, llega el compositor Trey Anastasio, líder de la banda Phish conocida por sus apasionadas presentaciones en vivo, con su disco Lonely Trip, que se convierte en la forma de documentar el confinamiento, la soledad, el dolor y el miedo, por parte del músico, durante su aislada estancia en la ciudad de Nueva York, en el momento más crítico e la pandemia, empezando con solitarios demos que fueron evolucionando a la forma de discretos temas integrados en el estudio con la colaboración de músicos cercanos a Anastasio.

Incluso en el mundo de la música, el Covid se ha manifestado como el mayor disruptor al día de hoy, sacando lo mejor de algunos cuantos que han aceptado el reto de transformarse, adaptarse y sacar lo mejor de una crisis global, que podrá parar a muchos, pero no a todos, no a aquellos que están dispuestos a salir adelante aún en los peores momentos, mostrando que la resiliencia es un arte.

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