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La Mejor Toma de Decisiones

Por: Rolando J. Vivas

El 18 de septiembre de 1976, dos jóvenes deciden anotarse como parte de un festival organizado por el grupo de punk rock los Sex Pistols en Londres, dos días después, el par, más otros dos jóvenes (uno de ellos, que sería más tarde conocido como Sid Vicious), toman el escenario para ejecutar una larga improvisación de media hora, ninguno de ellos era músico instruido, aun así, días más tarde, el “grupo” seria requerido para otras presentaciones, era el inicio de la era punk en el Reino Unido y había pocas bandas y pocos músicos en la escena, aún sí, el nuevo grupo llamado Siouxsie and the Banshees, conseguiría agregar a un personaje más, ésta vez, un guitarrista profesional llamado John McKay, la banda decidió a pegarse a un sonido, frio y mecánico, a apoyarse más a la creación de atmósferas y poco a poco ir creciendo como músicos, una leyenda había nacido.

La escena punk de aquel entonces era una escena que iniciaba con un estallido, con una apertura como pocas bajo la premisa iconoclasta de que “cualquiera podía tocar”, aún sin formación musical (Vicious se convertiría en el bajista de los Pistols), como los Ramones o los mismos Sex Pistols, la banda se había conformado en el momento, de forma impulsiva en medio de una escena que admitía de todo, sin restricciones o exigencias, aun así, haber encontrado más tarde a músicos como McKay, a su substituto John McGeoch, proveniente de la banda Magazine, o al baterista Budgie, proveniente de las Slits, demostraba que a pesar de la enorme creatividad derivada de la ingenuidad de la banda, aun así reconocían la necesidad de apoyarse en músicos con mayor experiencia.

Cuando mi esposa y yo tuvimos la inquietud de cambiar a mis hijas de escuela por temas en los que al inicio no estuvimos de acuerdo, nuestro primer impulso fue retirarlas de la escuela y pedir la inscripción para el año escolar que venía, de regreso, decidimos esperar un poco y enfriar aquel impulso, empezamos a buscar opciones de otras escuelas, a revisar planes de estudio y cuotas a cubrir en cada una de esas opciones, pedimos opiniones y posteriormente evaluamos la opción que teníamos y las que habíamos obtenido, al final, encontramos que la oferta educativa de la escuela actual, seguía siendo mejor y las cuotas a pagar eran bastante competitivas contra las del resto de opciones, y las opiniones que habíamos obtenido, señalaban que optar por un cambio en ese momento, no sería una decisión para mejorar.

En una ocasión se acercó a mí una compañera de equipo, me planteó su decisión de dejar la empresa, había recibido una oferta de otra empresa en la que se le ofrecía un sueldo mayor, cuando le pregunté sobre el tipo de empresa y las oportunidades de crecimiento, acorde a sus inquietudes, no tuvo muchos elementos para responderme, la decisión parecía algo basado solamente en una emoción momentánea, y con cierta presión de sus padres por ganar más dinero, le ofrecí una mejora en su puesto, la oportunidad de seguir aprendiendo más cosas a nivel profesional mediante la asignación de nuevas responsabilidades y ella aceptó, cuando la actual crisis sanitaria golpeó al país, resulta que la empresa que le había hecho el ofrecimiento, era una de renta de autos, y por tema de movilidad, se había ido a la quiebra, la chica me comentó después que haberse quedado había sido la mejor decisión.

Cuando se trata de tomar decisiones, tenemos que aceptar que no hay decisiones perfectas, difícilmente nos sentiremos satisfechos al 100% con lo que hemos decidido, y que en ocasiones, estar satisfechos un porcentaje mayor, a pesar de no estar al 100%, es lo mejor que podemos hacer, y que a través del uso de una metodología podemos quedarnos más tranquilos y poder llegar a buenas decisiones, siempre mediante el análisis, la búsqueda de opciones, la búsqueda de espacios propicios, abiertos y flexibles, y sobe todo asumiendo nuestras responsabilidades sobe el resultado posterior, esto como forma de aprendizaje para cada vez ser mejores en la toma de decisiones, y para esto, nos encontramos con variables  las que debemos enfrentar en cada uno de los pasos.

Abrir nuestro abanico de opciones, salirnos de las decisiones que impliquen un “sí o no”, buscar opciones alternas, complementarias, los ambientes flexibles y relajados son básicos a la hora de buscar opciones y ponernos creativos, un ambiente restrictivo o un marco cerrado resulta nocivo para la toma de decisiones.

Probar cada una de las opciones, crear escenarios optimistas y pesimistas, consultar con expertos, gente que ya haya vivido esas nuevas opciones que nosotros estamos contemplando, buscar información y testimonios en Internet, leer libros, cada vez que leemos un libro, adquirimos la experiencia del autor, sin tener que pasar por lo que éste ya vivió (o sufrió).

Tomar distancia emocional de las opciones antes de decidir, hay decisiones que tendremos que tomar “en caliente”, “al minuto”, a base de pura intuición, pero son las que menos conformes nos dejan, hay otras que pueden esperar, que nos permiten “enfriar” nuestras emociones y darnos un tiempo, muchas de ellas incluyen a otras personas, algunas veces seres queridos, mejor tomar una decisión con la cabeza fría, que con la cabeza caliente y enojados.

Por último, y es parte fundamental de la toma de decisiones, saber aceptar de resultado de éstas, si la decisión fue buena, aprender de la experiencia, si fue mala, tratar de aprender todavía más en que nos equivocamos, el verdadero error es no aprender cuando nos equivocamos, y cuando lo hacemos, y sabemos asumir nuestra responsabilidad, nos hace siempre mejores personas.

 

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