4 Acuerdos y el Camino a la Transformación

Por: Rolando J. Vivas

“El truco está en lo que enfatizamos, en hacernos sentir miserables o en hacernos sentir felices, el esfuerzo es el mismo.”

Carlos Castaneda

Miguel Ángel Ruiz es un escritor y conferencista mexicano, su libro “Los Cuatro Acuerdos” es un libro en el que Ruiz busca retomar sabiduría de la antigua cultura tolteca, lo cual no deja de resultarme interesante, considerado el enorme énfasis que solemos poner en las enseñanzas de culturas como la griega, la romana, la china, la egipcia, entre otras, así Ruiz, indaga en la cultura tolteca, siguiendo el ejemplo del legendario Carlos Castaneda, otro legendario escritor e investigador que también extraería sabiduría de las milenarias enseñanzas heredadas de la cultura tolteca, atreves de su encuentro con el personaje conocido como Don Juan.

El acierto de Ruiz es resaltar el valor de los llamados “4 Acuerdos” y encontrar su conexión con nuestra modernidad, dejando en claro la universalidad y trascendencia de éstos acuerdos, y conectando con un principio que aparece en muchas de las enseñanzas de culturas antiguas, “centrarnos en lo que podemos controlar”, entender que al tratar de controlar lo que está fuera de nuestro alcance provoca sufrimiento, esto sin duda nos pone en territorio similar a las enseñanzas de los estoicos o del budismo.

Ruiz nos habla de esa “programación” de la que muchos somos sujetos desde nuestra infancia, llamándole “domesticación”, cuyo origen viene de nuestros padres, de nuestra familia y del ambiente en que crecemos, y precisamente, en el compromiso contraído con los acuerdos, es donde podemos encontrar la salida a esa “programación”, volviéndonos más conscientes de nosotros mismos para poder iniciar un proceso de transformación mediante la acción,  y dejar atrás el mundo de creencias en el que nos formamos, muchas de ellas basadas en el miedo, la ansiedad y el egoísmo.

Los cuatros acuerdos mencionados en el título del libro, y a los que Ruiz hace referencia son: “Ser impecables con las palabras, no tomar nada personal, no hacer suposiciones y hacer siempre lo máximo que podamos.”, cada uno, un acuerdo que a medida que adoptamos, y nos ajustamos de forma disciplinada a ellos, nos va a ayudando a romper esa programación heredada, así, nos permite comprender la importancia de ser impecables con nuestras palabras, resaltando la importancia misma de las palabras, que se convierten en ocasiones en pensamientos determinantes que generan un resultado, así, mediante éste primer acuerdo, nos comprometemos nos sólo a hablar de forma apropiada a los demás, también a nosotros mismos, no atacar y no atacarnos, entender la fuerza de las palabras, hablar menos, hacer más.

El segundo acuerdo nos habla de no tomar las cosas personales, hacer a un lado nuestro ego, “el mundo no gira alrededor de nosotros” y no todo se trata de nosotros, esto sin duda nos ayuda a calmar la ansiedad y a dejar eso pensamientos acerca de que “todos están en contra mía”, lo cual sin duda es la causa raíz de mucho del sufrimiento que experimentamos, cuando se apodera de nosotros la necesidad de tener razón, a final de cuentas, cada quien tiene su historia y su forma de ver el mundo; No hacer suposiciones es el tercer acuerdo, y de alguna manera, éste se enlaza un poco con los métodos “Socráticos” de hacer preguntas, no dar las cosas por ciertas a primera instancia, indagar, investigar, verificar, y hacer muchas preguntas para poder entender, destruir esos sesgos y eliminar las fallas de comunicación en las que incurrimos por actuar de forma impulsiva.

El cuarto acuerdo, el acuerdo final descrito en el libro es hacer siempre lo máximo que podamos, dar nuestro mejor esfuerzo, actuar intensamente y volvernos altamente productivos en nuestra vida, en nuestro trabajo y en nuestras relaciones, emprender, mejorar, acudir siempre a la mejor versión de nosotros mismos, ser mejores que ayer, incluso aprender a perdonar si no lo sabemos a hacer, eso también implica un gran esfuerzo y el volvernos mejores.

Cuatro acuerdos provenientes de la sabiduría antigua universal para lograr una transformación, en ocasiones tan necesaria nuestras vidas al día de hoy, cuatro compromisos demandan acción y que a cambio nos dan la oportunidad de adquirir una nueva consciencia y alejarnos del miedo, la ansiedad, el egoísmo y el sufrimiento tan presentes en la vida moderna.

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