Un Difícil 4to. Cuarto

Por: Rolando J. Vivas

Un partido de baloncesto tiene una duración de 40 minutos y se divide en cuatro cuartos de 10 minutos cada uno, el año podemos dividirlo también en cuatro cuartos, cada uno compuesto de tres meses, por lo que, como en un partido de baloncesto, podemos señalar que una vez terminado septiembre no encontraremos en el cuarto final del año, y las cosas no pintan nada bien.

Recordemos que la situación económica del país ya venía con una seria afectación desde el año pasado, a consecuencia de un estancamiento derivado de las medidas de austeridad que se han aplicado de forma poco efectivas, así, ya sabíamos que el primer cuarto sería complicado, siempre lo es, los arranques de año por lo general son complicados, son periodos de observación y análisis, además de una “resaca” económica derivada de los gastos del último cuarto del año anterior.

Al primer cuarto lo “rescató” de cierta forma el aviso de la pandemia que se esparcía proveniente de China, hubo compras masivas detonadas de un cierto pánico por lo que se veía venir y eso generó u  repunte en el mes de marzo, lo que seguiría era obvio, para el segundo cuarto, con inventarios a tope y el inicio de los cierres, las compras se empezaron a racionar y la economía a bajar de cero a niveles negativos.

El segundo y tercer cuarto se han visto duramente afectados por éste racionamiento, aunque cabe mencionar que el comercio electrónico y las compras “calculadas” han ayudado a mantener a ciertos sectores en movimiento, no ha todos, los cierres de empresas y el desempleo continúan, aunque el optimismo derivado de pensar que ya “hemos tocado a fondo” imprime un poco de fuerzas al sistema, aunque los avisos por parte del gobierno, respecto a la “quiebra” económica del país, y a la poca inversión presupuestada para el próximo año, anuncia una recuperación que no se verá llegar en el 2021.

Agosto y septiembre son meses difíciles que nos hacen poner los pies en la tierra, hay gastos fuertes derivados del pago de colegiaturas, aunque por el regreso “a distancia” a clases éste ciclo, podría menguar parte de éstos gastos, otro tema podría ser el éxodo de alumnos del sistema educativo privado al sector público derivado de la situación económica de muchas familias, tal vez éste año el gasto escolar no sea tan pesado, pero tampoco dejará margen para gastar en otras cosas, los cierres de negocios y el confinamiento de la gente, han asestado un duro golpe a la confianza del consumidor y al consumismo en específico, los paseos a centros comerciales y las compras por impulso derivadas de éstos se han ido a mínimos históricos.

Septiembre no será un buen cierre del tercer cuarto y lo que sigue para el 4to cuarto es un verdadero misterio, por lo regular, éste periodo se ve favorecido por el uso forzoso de los remanentes de presupuestos, por la aplicación e fuertes descuentos para el cumplimiento de cuotas, compras especiales por cierres de fin de año y un fuerte impulso al consumo derivado de eventos laborales como el aguinaldo, éstos últimos tres meses del año, definitivamente serán muy diferentes a otros años anteriores, poco presupuesto, cuotas incumplibles, altos inventarios y fuerte desempleo.

La tendencia a desconfiar del consumo se volverá una constante en éste último cuarto, la tentación de esperar al próximo“ a ver si las cosas mejoran” podría deprimir aún más la economía y es posible que veamos en sentido contrario una reducción en la inflación, situación tan peligrosa como su escalada, no podemos pasar por alto la situación pre pandemia en Europa y en Japón, en que las economías ya tienen varios años estancadas, con los precios bajando, los negocios cerrando y los consumidores desaparecidos.

Un estancamiento económico implicará una recuperación muy lenta, y una situación nacional muy poco favorable, es importante señalar aquí un efecto de desconexión entre la economía y los mercados, que suele confundir a muchos, que ven el alza en los mercados y en la bolsa como una señal de recuperación económica, y esto no es así, los mercados son una apuesta a futuro, y no reflejan de forma objetiva la situación económica, pensemos en que nuestra alacena (la economía nacional) está vacía en éstos momentos, y los mercados son nuestra parcela, cuando sembramos, estamos apostando al futuro, a que posiblemente tendremos alimento en unos meses, así cuando los índices en la bolsa crecen, implica que en el futuro, podemos tener una buena cosecha, aunque al día de hoy no tengamos para comer, mucha gente puede echar las campanas al vuelo por el avance de indicadores como el Nasdaq, aunque la realidad es que la recuperación aún está a varios años de lograrse.

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