
¿Quién Pierde en el Proceso Electoral de los EEUU?
Por: Rolando J. Vivas
Aún con una pequeña ventaja al amanecer al día de hoy, la realidad es que Joe Biden no lo ha hecho tan bien como muchos esperaban, noquear al campeón es algo que no ha sucedido y pareciera que Trump sigue sorprendiendo, ya que luego de una administración lamentable, ha conseguido mantener a los EEUU divididos, sin duda, ha conservado su base de seguidores y ha dado una batalla que no era la esperada, cabe señalar que las elecciones nos dan un lamentable panorama de un país dividido, y que gane quien gane, se ha producido un enorme daño al sistema electoral en los EEUU, daño que inició hace cuatro años y que es posible seguir constatando al día de hoy, si por voto popular se tratara, podemos casi afirmar que hasta ahora, Biden ha logrado un 50% de la votación hasta éste momento, mientras que Trump ha conseguido un 48%, lo que aún no arroja un resultado definitivo.
Falta conocer aún los resultados definitivos, las votaciones por correo, han resultado con números históricos, impulsados por la pandemia obviamente, y lo que dificulta la rapidez del conteo, mientras que en el primer día de votaciones, Biden logró una considerable ventaja, el margen a su favor fue disminuyéndose durante la madrugada y su posible victoria fue perdiendo contundencia poco a poco, es difícil poder considerar aún a Biden como ganador, pero en caso de que lo hiciera, prácticamente la mitad del país no estará con él, un golpe duro a la democracia sería que Donald Trump no reconociera su derrota (incluso al día de hoy, ya ha mencionado un posible fraude en su contra y la posibilidad de en caso de perder, acudir a la Suprema Corte), cual resultaría algo insólito, y sería sin duda, un capítulo más en la debacle democrática por la que atraviesan los EEUU.
Muchos sectores de los EEUU se han preparado para posibles disturbios en las calles, algo que no habíamos visto antes, y algo que resulta un preocupante indicar de la situación el panorama democrático en el vecino país del norte, la situación de paranoia social en que se ha sumido el país en medio de la crisis de la pandemia, el desempleo, la aún ligera recuperación económica y las teorías de conspiración y noticias falsas que han caracterizado el periodo populista de Donald Trump en los EEUU, la cual, a pesar de haber sucedido en sólo 4 años, podría destruir la confianza en un sistema longevo, y restaurarlo, llevaría mucho, mucho tiempo.
El Partido Republicano, que ha sido prácticamente tomado y asimilado por Trump, ha sufrido una fuerte transformación en algo muy cercano a las derechas radicales y populistas de Europa, con su autoritarismo, desprecio por la democracia, corrupción y supuestos valores cristianos, mientras que la izquierda se ha vuelto conservadora, ha tenido que hacer a un lado su ala extrema para encontrar una fórmula que los reconstituyera y que lograra la unidad, lo cual podría ser una prueba, de que podrían restaurar la cohesión en un país dividido, hacer a un lado el espíritu proteccionista de los tiempos, y poner en duda las supuestas buenas relaciones entre el presidente actual de México y Donald Trump, tendremos que ver, de ganar Biden, cómo resultará su relación y su política respecto los que estamos en el sur.
Trump ya se ha declarado ganador, algo que nos recuerda los lamentables procesos electorales en Latinoamérica, en dónde todos los candidatos se declaran ganadores, y en dónde todos se niegan a reconocer su derrota, y esto es porque precisamente Latinoamérica ha sido un laboratorio del populismo exportado por Europa, pero que ha encontrado tierra fértil en América, y ahora, a los EEUU, les ha tocado sufrir el contagio, y librarse de él, les está costando tanto, como librarse del COVID, si Biden podrá ganar, aún está en duda, pero de hacerlo, lo hará en una situación compleja, con un país dividido y con el 50% de éste en contra y sumamente descontento y desconfiado, en lo que pareciera ser un proceso del que no saldrán ganadores definitivos, y del que será difícil recomponer el ambiente en en el vecino país del norte.
Hemos visto un norte inclinado a favor de Biden, mientras el sur ha optado por Donald Trump, cabe mencionar aquí, la afinidad del sur, a nivel global (Europa, Latinoamérica) por el populismo, una tendencia que no parece menguar, a pesar de esto, vemos inclinada la balanza de las minorías inmigrantes a favor de Biden, mientras un sector de la población nacida en los EEUU, con ingresos bajos, ha decidido dar su apoyo a Trump, aunque no todas las llamadas clases bajas votaron por el aún presidente, al momento, la incertidumbre continua.