
Por: Rolando J. Vivas
La libre competencia siempre es en beneficio del consumidor, no hay que olvidar que en los 80s, en México sólo había una o dos marcas, poca oferta de bienes de consumo, la calidad era pésima y los precios inaccesibles, al final, el cliente debe tener opciones y para tomar la decisión que más le satisfaga, aunque hayan algunos que hasta al derecho de decidir quisieran renunciar con tal de no asumir una responsabilidad.
El libre mercado obliga a los competidores a trabajar intensamente para innovar y para la satisfacer al consumidor, pretender crear un nuevo monopolio alrededor de las empresas de gobierno, en rubro eléctrico y petrolero, sería un serio retroceso a los importantes avances de las décadas más recientes, la falta de competencia vuelve a las empresas y a la industria obsoletas obstaculizar la libre competencia para establecer un monopolio (de gobierno o privado) es el peor daño que se le puede crear al mercado nacional y al consumidor.
El futuro está en las energías verdes y no en el combustible fósil, Europa, Asia y Norteamérica ya han hecho el compromiso de dejar atrás el consumo de combustibles fósiles en gran parte para el 2030, ir en la ruta contraria, implica un grave retroceso.