
Por: Rolando J. Vivas
Hace poco se decía que Elon Musk, el fundador de empresas poderosamente innovadoras y disruptivas de nuestra época como PayPal, Tesla, SpaceX y Neuralink (la empresa a la que muchos señalan como la punta de lanza de la “Singularidad”, anunciada por el visionario Ray Kurzweil y cuyo concepto fue llevado a la pantalla en una horrible película protagonizada por Johnny Depp), era algo asi cómo el Tony Stark de la vida real (incluso hizo un embarazoso cameo en una de las cintas de Iron Man), y en ésto difiero enormemente, pues yo no he visto a Musk hacerse una armadura de alta tecnología como la de Iron Man, o ponerse una borrachera épica, como las de Stark en su época de alcoholismo, que fue todo un hito (aunque solamente reflejaba la historia real de extravagancias del magnate Howard Hughes, que interpretó magistralmente Leonardo DiCaprio en una cinta del enorme Martín Scorsese), cuando la Marvel Cómics abordó el controversial tema a finales de los 70s, y que Robert Downey Jr., con algo de experiencia propia en el campo de los excesos, reflejó en las películas de la franquicia recientemente.


Aunque bueno, si hemos visto en ocasiones a Elon bailando torpemente en una de sus presentaciones a inversionistas (no sólo los perros bailan con el dinero, sorry Elon), o fumando un churro durante una entrevista, bueno, ese rollo ya es legal en algunos estados de los EEUU afín de cuentas, aunque muchos se preocuparon seriamente por la salud mental de Elon, quien señalaba que suele abstenerse de dormir por tiempo prolongado como todo buen “workaholic”), lo cual lo podría convertir en el abanderado perfecto para el Netflix de Reed Hastings y su cruzada contra el sueño, será Hastings un enigmático supervillano al estilo de las películas de M. Night Shyamalan, que busca literalmente robar el sueño a la humanidad? Es es su plan, y no sé si realmente será siniestro, pero lo está logrando, cuántos no nos desvelamos viendo series?

Para que Musk sea un Tony Stark de la vida real, falta mucho la verdad, aunque eso a Musk poco le debe importar ahora que es uno de los hombres más acaudalados del planeta, otro gran ganador de la pandemia, y a tomado como hobby hacer recomendaciones de empresas en desarrollo, lo cual suele provocar un loco frenesí entre los jóvenes inversionistas surgidos luego de la fuerte inyección de efectivo por parte del gobierno, a la economía estadounidense derivado de la pandemia, y que parece estar poniendo de cabeza hoy en día a Wall Street.
Y en ese universo de fantasías trasnochadas de magnates y emprendedores salidos de la mente de Ayn Rand, y superhéroes y supervillanos salidos del mundo del cómic, les diré que mi supervillano favorito sigue siendo Lex Luthor, ese genio criminal que ha puesto en jaque incontables veces al poderoso Superman, y es que Luthor es la epítome de la genialidad criminal humana, considerando que sólo con su cerebro ha puesto en graves problemas al “hombre de acero”, quién necesita super músculos cuando se tiene un cerebro privilegiado como el de Luthor? Si, en algún momento pensé que el hecho de que Donald Trump llegara a ser presidente de los EEUU, podría ser equivalente esa historia de Luthor queriendo ser presidente del país más poderoso del planeta, pero está muy claro que Trump carece por completo de cualquier trazo de la mente maestra de Luthor, en definitiva no hay comparación.


Pero y que tal Jeff Bezos? Lo comparan con el Jean Luc Picard de la nueva generación de Star Trek por su cabeza brillante, pero Bezos me recuerda más a Luthor, y en éstos precisos momentos, Bezos ya no sólo aspira a ser dueño de prácticamente todo el comercio digital del mundo occidental, a tener en sus servidores gran parte de la información más importante del planeta, a ser dueño de parte de los sistemas de noticias digitales, Bezos ahora aspira a conquistar el espacio, nada mal para un hombre que se enriqueció brutalmente encontrando la oportunidad durante la pandemia, y muchos incautos siguen inventando teorías de conspiración con Gates como protagonista.

La narrativa paranoide bien podría ser que Bezos está construyendo una nueva Matrix, patrocinado la elaboración de un virus letal para enviarnos a todos a casa, poniendo alto a todo el movimiento humano para usar su monstruo logístico para enriquecerse, después chantajear a los gobiernos con la cantidad de información que posee de ellos y que le entregaron voluntariamente, y por último, Bezos pretende colonizar otros planetas para ahí poner sus fábricas y almacenes logísticos explotando a la vida extraterrestre pagándoles sueldos miserables, así de paranoicos nos podríamos poner en fin de semana y dejar a QAnon desempleado.

La realidad es que Musk no es Iron Man y Bezos bien podría superar incluso los sueños más locos del brillante Luthor, por fortuna Bezos no es precisamente un supervillano de cómic, los villanos ya han salido por el momento del gobierno de los EEUU, el detalle que me preocupa hoy en día, es que nuestros héroes ya no parecen salir de la mente de Stan “The Man” Lee o incluso de la disruptiva narrativa del genial Alan Moore, sino de la mente de Ayn Rand, y los villanos parecen salir de las sorpresivas películas de M. Night Shyamalan, por lo pronto, seguimos con los cubre bocas como el Bane de Batman.