
Por: Rolando J. Vivas
Menos de 90 días para que las elecciones medias se lleven a cabo en el país, difícilmente se podrá esperar que el programa de vacunación tenga un gran avance para ese entonces, así que salir a votar entre otras cosas, implicará un obvio riesgo, en Nuevo León, la campaña por la gubernatura ya ha comenzado con 4 desafortunados personajes que reflejan la decadente situación en la que se encuentra la política en todo el país, 4 notables miembros de la llamada “mafia del poder”, esa que no se crea ni se destruye, sólo se “transforma”, personajes reciclados, que se venden al mejor postor, que se aferran al poder a toda costa, y que usan las redes de manera repulsiva, adoptando al parecer esa premisa de “no hay publicidad mala”, y eso sí, cerrando el camino, cual “valla de la paz”, a cualquier ciudadano que pudiera aspirar a realmente hacer algo diferente por su tierra.
Me llamó mucho la atención éste fin de semana, empezar a ver los anuncios panorámicos de cada uno de los aspirantes en las principales calles de Monterrey, es sumamente penoso que los candidatos punteros oculten lo más posible, los partidos a los que representan, a sabiendas de la mala reputación que éstos tienen y de sus alianzas repletas de incongruencia, la candidata, con anuncios muy coloridos, y el candidato con anuncios muy sobrios, tratando de diferenciarse, aunque en el fondo pudiéramos decir que son lo mismo, ésta parecería ser una campaña de la “vergüenza”, porque incluso el candidato posicionado al día de hoy, en el tercer lugar, su partido prefirió usar imágenes de la lotería mexicana antes que la imagen del candidato, tal vez para no despertar malos recuerdos de su criticada administración en Monterrey.
Dos candidatos han mostrado al inicio, ir en la delantera de forma muy pareja, ella, sin posibilidades de crecer su apoyo, aunque con una base envidiable que la respalda, él, manteniendo en todo momento un bajo perfil, ya que ser de partido al que pertenece, es su mayor desventaja, ambos, buscando no hacer mucho aspaviento y prefiriendo pasar desapercibidos, para conservar su ventaja, el tercer lugar, con pocas esperanzas de hacer algo diferente, o sorprender de alguna forma para poder avanzar, lo mejor que podría hacer, es sumarse a la campaña que se opone al partido oficialista para poder hacer una diferencia, mientras que el cuarto candidato, producto de la era Peña Nieto en el país, y la era Bronco en el estado, trata de hacer una campaña que pudo ser novedosa para cualquiera de éstos dos personajes en el pasado, pero que hoy, es sólo un chiste que se ha contado muchas veces, otro cuya única sorpresa podría ser declinar a favor de alguno de los punteros.
Para el estado las campañas reflejan la situación del país, lo peor de lo peor, reciclándose, cambiando solo los “colores”, pero sin ofrecer nada nuevo al ciudadano, una inercia que no dará para mucho, la sumisión ante el partido oficial, viejas mañas ya conocidas, o una popularidad artificial resabio de las redes sociales, sin duda, uno de las peores cuartetos de candidatos, en mucho tiempo, uno que abona al sentimiento de que ya se trató todo y nada funcionó, uno que aleja al votante razonante, uno que incluso da pena hablar de él, En realidad, ¿Es esto lo mejor que tiene el estado? ¿Un oportunista fuera de tiempo, que ha tenido una vida llena de privilegios? ¿Un personaje reciclado con pésima reputación? ¿Alguien que se vendió al mejor postor, y que apenas empezando su campaña amaga con censurar críticas y parodias en su contra? Lo imposible ésta pasando, cuando de repente el candidato del nefasto viejo PRI, parecería la mejor opción, algo debe estar, muy muy mal, preocupante ver aquí, el hecho de que una aspirante a una candidatura use las leyes de género para amenazar a un comediante, alegando violencia política, ese es el mal ejemplo que en ocasiones se da, desde la cima del poder, retorcer las cosas para en actitud gansteril amedrentar a otros, si esto hace un aspirante, de ganar el voto popular, la libertad de expresión de la que muchos hemos gozado en sexenios anteriores, podría estar en un muy grave peligro.