Por: Rolando J. Vivas

La pandemia nos ha enviado a muchos a trabajar desde casa, en condiciones y horarios muy diferentes a las que por años vivimos en la oficina, imposible que mañana que termine la pandemia volvamos a la rutina de trabajo que tenemos hace un año, el trabajo desde casa funciona y ya no es una opción, sino un manera más de trabajar, ya muchos la habíamos conocido años antes de la pandemia, y ahora se ha vuelto parte de nuestra rutina diaria y es tiempo de ponernos a pensar el cómo empataremos la nueva rutina a nuestro día a día una vez que podamos salir nuevamente con confianza y seguridad.

Para los más osados, podríamos pensé incluso si realmente el modelo anterior de presencia en la oficina, será útil otra vez, o si ya estamos en un punto en que el trabajo en oficina simplemente se ha vuelto algo obsoleto, parte de un pasado al que ya no se debería regresar, hemos evolucionado, ¿Para qué regresar? Hemos alcanzando una nueva conciencia para ejecutar nuestras labores,  ¿Para qué ir marcha atrás? El trabajo desde casa tal vez ya no es más que una opción, sino la manera de trabajar del futuro, un futuro al que una hemos llegado.

Tiempo, tráfico, gasolina, estacionamiento, accidentes, estrés, salud, contaminación, ésto es lo que nos costó por mucho tiempo el trabajo en oficina, el todopoderoso acelerador de la pandemia nos ayudó a resolver todo ésto en tiempo récord y darnos cuenta que había otras formas de hacerlo, sólo alguien muy reaccionario o retrógrada querría ir en dirección contraria al progreso que se ha logrado en nuestra forma de trabajar, y claro, no se trata obviamente de la abolición completa del trabajo de oficina, pero si seguramente de la llegada de un modelo híbrido que aumente el bienestar de todos mediante un modelo realmente flexible, descentralizado y de mayor autogestión, que corresponda a una nueva madurez alcanzada, a un nuevo nivel de productividad logrado en éste tiempo.

Este es el momento de pensar en una nueva forma de trabajar, porque ya hemos conocido los horarios flexibles y hemos dejado mi atrás el antiguo modelo de 8 horas diarias de 9 a 5, hemos aprendido a manejar de una manera más eficiente el trabajo y la vida diaria y hemos aprendido a trabajar de forma independiente, sin supervisión personal y en base al establecimiento de metas y objetivos bien detallados y revisados de forma periódica, nos hemos vuelto más productivos, más eficientes, más responsables y ordenados para poder realmente tener acceso a un horario flexible, al trabajo desde casa como una constante,  a una nueva semana laboral posiblemente de menos días y de verdadera auto gestión.

Las oficinas mismas tendrán que cambiar par adaptarse a los nuevos tiempos, ahora como espacios abiertos, no restrictivos, descentralizados y cercanos a nuestras casas, como centros de apoyo o encuentro para el trabajo en equipo y reuniones indispensable, o como opciones esporádicas al trabajo en casa, y el resto mayor tendría que ver con los nuevos modelos de liderazgo y gestión necesarios bajo el nuevo modelo flexible, hibrido, a distancia y de auto gestión, ya algunos lo hemos experimentando y hemos obtenido excelentes resultados, definiendo objetivos diarios, semanales y mensuales con los equipos y sosteniendo reuniones virtuales o presenciales de forma regular y demostrando que se puede ser productivo sin estar sujeto a un espacio físico o a un horario fijo  los tiempos han cambiado y el trabajo como lo conocíamos antes de la pandemia, también.

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