Por: Rolando J. Vivas

Esta claro que el votante de Nuevo León, a pesar de ser parte de una sociedad conservadora y no muy progresista, busca ser algo diferente, a nivel estado, desde las pasadas elecciones, decidieron votar por Jaime Rodríguez Calderón, aunque un supuesto candidato independiente,  esa fue la manera en que los votantes del estado, le dieran la espalda a los partidos tradicionales y a la cada vez más obsoleta ideología de derecha o izquierda, de ésta forma, habiendo denunciado al PRI, Rodríguez Calderón logró cautivar al votante para hacerlo sentir que de ésta forma estaba dando un duro golpe a la tradicional partidocracia, en San Pedro, el municipio más desarrollado del estado y tal vez del país, la decisión fue similar, al dar el triunfo a Miguel Treviño, otro candidato fuera del esquema prevaleciente del PRI y el PAN, así el estado y algunas ciudades, mostraban su rechazo a un sistema que los votantes del estado veían como obsoleto.

Así, mientras que en las elecciones para gobernador, Samuel García, candidato por el partido Movimiento Ciudadano se perfila como el candidato con más opciones de crecer en preferencias, en Monterrey, Luis Donaldo Colosio, también de MC se adelanta a sus rivales con una importante ventaja que pudiera continuar sumando golpes a la aparente partidocracia en el estado, mostrando un perfil más pragmático y crítico por parte del votante en el estado, que sigue manifestado de esta forma su rechazo hacia la hegemonía del PRI y del PAN, tal vez, identificando a Morena como parte de los partidos tradicionales (su candidata Clara Luz mantuvo su militancia discreta y en cuanto la empezó a mostrar más, empezó a caer en las preferencias), y aparentemente mostrando simpatía por un partido relativamente nuevo ( y mostrando desagrado por los partidos satélites del oficialismo) aparentemente desmarcado de los partidos de siempre, así Nuevo León parece mostrar su interés por abrir nuevos caminos en la política nacional, haciendo a un lado la tradición y la ideología, es posible que García pudiese ganar, o tal vez Adrián de la Garza del PRI, en cuyo caso pudiéramos preguntarnos, ¿Movimiento Ciudadano y el PRI, son de derecha o izquierda? Un falta de definición que está impulsando a ambos partidos (parte del éxito de de la Garza ha sido mantener su militancia de forma discreta), en el estado y en los municipios, y que está lastrando al PAN, cuyas raíces conservadoras van desapareciendo y a Morena, cuya inclinación la izquierda es una falacia, que se ve difícil puedan destacar en ésta elección.

Ahora bien, tanto Movimiento Ciudadano, como el PRI, no son razones para echar las campanas al vuelo en el estado, el PRI cargado con un estigma de corrupción de décadas atrás, tanto, que lo mejor que pueden hacer sus candidatos es mantener un bajo perfil y aferrarse al voto duro de sus bases, y en el caso de Movimiento Ciudadano, a capitalizar el descontento, usando ocurrencias estridentes al estilo de Rodríguez Calderón, y a establecer posibles alianzas secretas con el mismo PRI o el PAN, aún así, las tendencias que vemos al día de hoy, son prueba de que el votante en el estado sigue rechazando modelos tradicionales, e incluso liberales del todo, prefiriendo opciones más pragmáticas, funcionales y que se alejen de temas populistas e ideológicos, así, Nuevo León vuelve a dar señales de apostarle a lo relativamente diferente, a la moderación y a la baja carga ideológica, tal vez los de Nuevo León sean los peores resultados de Morena en el país, aunque llama la atención que posiblemente también lo sean de su archi rival, el PAN.

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