Por: Rolando J. Vivas

¿Qué tanta validez debemos otorgarle a las encuestas de preferencias electorales? ¿Qué tanto influyen los resultados de éstas en nuestra decisión de voto? ¿Quién paga las encuestas y qué tanto puede influir en lo que nos dicen? ¿Realmente son las encuestas una poderosa arma de influencia con motivos electorales?

Dependiendo de la encuesta que veamos, el triunfo en el camino a la gubernatura de Nuevo León está entre el candidato del PRI, Adrián de la Garza, un ex funcionario de la administración del ex gobernador Rodrigo Medina, y Samuel García, senador por el partido Movimiento Ciudadano, sin mucha experiencia en el mundo de la política y en sus 30 años apenas, mis hijas se refieren a él como “el Meme, o el de los Memes”, lo cuál nos habla de la naturaleza y popularidad de éste personaje en las redes sociales, que se maneja más como un moderno “influencer”, que cómo un político tradicional.

Algunas encuestas ponen a de la Garza a la cabeza, otras al Meme, que diga, a Samuel, la realidad se ha comportado un poco como había señalado, Samuel era el candidato con más posibilidades de crecer, por su corta carrera y poca exposición en la política. La campaña de Adrián de la Garza ha tratado de mantener un bajo perfil, “sacar la cabeza” para tirar duros golpes a los candidatos cercanos a él en preferencias, además de aferrarse a su porcentaje original de preferencia en las encuestas, lo cual ha llevado acabo de forma efectiva al día de hoy, aunque difícilmente podrá sumar más preferencia al porcentaje con el que inició.

Clara Luz Flores simplemente no estuvo a la altura de la carrera por la gubernatura en ningún momento. Ha dejado claro que su cerrado coto de poder caciquil en Escobedo, no le ha dado la suficiente experiencia para aspirar a un puesto de mayor relevancia. Las encuestas la muestran ahora en un tercer lugar, muy cercana a ser desplazada por Fernando Larrazabal, candidato del PAN, quien en caso de rebasar a ClarAbel, perdón Clara Luz, se podría convertir en el gran “comodín” de la contienda y en el hombre más “peligroso” y que pudiera incluso definir al ganador de la elección si decidiera declinar por de la Garza o por García, ésto, a pesar de encabezar un partido bastante debilitado al día de hoy.

Lo cierto es que después del debate del domingo, a muchos les ha quedado claro que ésta, es una de las peores cuartetas aspirantes a la gubernatura del estado, y los candidatos de partidos menores ni siquiera deberían estar participando, la candidata del PES bien podría estar dentro del ala más conservadora del PAN, la de RSP debería seguir estando en el PRI, y el candidato de Fuerza por México bien podría estar en el equipo de Clara Luz, carecen de razón de ser en el proceso electoral, sólo están pulverizando más el voto,  confundiendo a la gente y sirviendo de intermedio cómico a la contienda.

Movimiento Ciudadano no es el partido que México esperaba, es la franquicia política más descarada y calculadora que existe en el país, oportunistas y sin propuestas válidas, sólo ocurrencias, entiendo que la gente esté cansada del PRI y del PAN, pero ya vimos lo que pasó en las elecciones estatales anteriores y en las elecciones presidenciales del 2018, ¿Estaremos a punto de tener nuestro primer gobernador millenial? ¿Podrá negociar con el gobierno federal? ¿Podrá mantener la distancia con el desastre de la 4T? ¿Ya vieron el desastre del presidente millenial en El Salvador?

¿El presidente tendrá algún nuevo candidato favorito, luego de que su candidata, Clara Luz iniciara una fuerte caída que amenaza con llevarla al cuarto sitio? Esto considerando que los ataques por parte del gobierno federal curiosamente han iniciado contra Adrián de la Garza, ¿Estará el gobierno federal apoyando ahora a Samuel García, quien hace menos de un año coqueteaba con la idea de unirse a Morena? ¿Habrá hecho un cambio de planes el presidente respecto a quién apoyar en las elecciones? ¿Se podrá “comprar” el presidente un nuevo candidato para ésta elección? ¿A cambio de qué?

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