Por: Rolando J. Vivas

Después de ver imágenes en video, Mark Hammill, el actor que interpretaba a Luke Skywalker en la clásica saga de Star Wars comentó que, “si esto no es una señal del Apocalipsis, entonces no sé lo que es…” , claro, ver las aguas del Golfo de México en llamas es algo impresionante y más en nuestros tiempos de sucesos que llegan en segundos hasta nuestros teléfonos móviles gracias a las redes sociales. Cada vez imágenes más impactantes nos llegan y generan miles de opiniones. Importante señalar que las imágenes forman nuestras percepciones, pero también es importante conocer el origen del problema para no perdernos en ésta era de exceso de información.

En Twitter pude ver vídeos de la catástrofe a ritmo de la poderosa y épica Immigrant Song de los Led Zeppelin, lo cuál me resulta tan extraño considerando que tenemos la también épica y bastante ad hoc Smoke on the Water de los Deep Purple, esa canción que habla sobre “estupidos con pistolas de bengala”  “humo en el agua y fuego en el cielo”. Aquí vale la pena darle la razón a Hammill, las visiones que nos han llegado han sido apocalípticas, alguien mencionó algo como “el jacuzzi del infierno”, son imágenes que provocan una amplia y poderosa reflexión con respecto a lo que pasa en México y en el mundo. Son imágenes que nos alertan sobre esa dependencia insana del petroleo que aún no hemos podido superar.

Suena a magia de la más negra que incluso podamos hacer arder al océano. Resulta dramático por demás ver la dimensión de la catástrofe provocada por el hombre y que se nos sale de control. Ridículos nuestros esfuerzos en sitio por detener ésta terrible situación. Podemos hablar de los incendios forestales que la misma naturaleza crea para renovarse, podemos hablar de la ola de calor que pudiera deberse a un fenómeno cíclico estacional, pero no hay justificación alguna para hacer que el océano arda en llamas. Las imágenes que presenciamos son una clara señal de la estupidez humana a su máxima expresión.

Voces globales desde la izquierda ya se han manifestado sobre éste evento, la joven activista Greta Thunberg y el senador de izquierda Bernie Sanders han alzado la mano para buscar crear consciencia de la gravedad de la situación, han hablado sobre el mundo que estamos dejando a las futuras generaciones, han hablando sobre lo radical de la situación que ha pasado y sobre la codicia del ser humano para seguir explotando a la naturaleza de forma brutal, poniéndonos a todos en riesgo. Importante mencionar que ésta vez los responsables no incluyen a la Exxon Valdez, o a la codiciosa industria privada que denuncia Bernie Sanders.

Esta vez la responsabilidad corresponde a un gobierno travestido supuestamente de izquierda que usando la bandera del nacionalismo y de la soberanía ha decidido apostar todo por el todo a la industria petrolera pública, un gobierno que ha puesto trabas a la inversión privada, a la competencia, y que ha dado la espalda de forma brutal a las energías limpias y renovables. Un gobierno que a decidido a usar el petróleo, un objeto del pasado, como su “palanca para el desarrollo”. Un gobierno que más allá de la generación limpia de electricidad, busca seguir usando combustibles sucios del siglo pasado como el carbón. Sanders y Thunberg bien podrían dar una vuelta a México para platicar con un “presidente de izquierda”, al que no le interesan las energías limpias, y con un Partido “verde y ecologista” que apoya al gobierno federal y que se queda callado ante el siniestro presentado en las aguas del Golfo.

Una ruptura en un ducto de gas cercano a una plataforma petrolera fue la causa del siniestro que se controló en espacio de 6 horas. Al parecer no hubo heridos o muertos. El presidente argumenta que la ruptura del ducto se debió a las lluvias y a las tormentas eléctricas lo cual resulta difícil de creer sucedan a casi 100 metros de profundidad. El gobierno asegura estar buscando alternativas a los combustibles fósiles, pero el uso intenso de carbón y combustóleo nos dicen todo lo contrario. La enorme inversión de recursos públicos que se ha hecho en Pemex e incluso la construcción y compra de refinerías hablan de una apuesta total en el petróleo.

¿Cuánto tiempo más tendrá que pasar en México y en el mundo para que realmente nuestra dependencia en los combustibles fósiles sea un tema del pasado? ¿Realmente estamos listos para dejar en el 2030 éste tipo de combustibles como se tiene considerado? ¿En México, qué pasa con el partido verde ecologista que a pesar de su alianza con el gobierno federal, no está haciendo nada para disminuir muestra dependencia, y pero aún, la apuesta tan fuerte que ha hecho el gobierno por el petróleo? Señor Sanders, Chernóbil no fue provocado por la codicia de las empresas privadas, fue provocado por un monopolio de estado que volvió incompetente a muchas industrias en la Unión Soviética, no sólo el capitalismo mata, también los monopolios de estado, como en éste caso lo es Pemex. La campaña nacionalista nos dice que “Pemex y el Petróleo es de todos los mexicanos”, ¿Esto es lo que queremos los mexicanos que haga Pemex, hacer arder el océano?

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