
Por: Rolando J. Vivas
El oficialismo sufrió un inesperado revés en las elecciones intermedias del mes de junio, mucho se dijo que serían las elecciones más grandes de la historia en el país. Y la realidad es que el presidente perdió. No perdió como muchos esperábamos. Pero perdió cómo él no se lo esperaba. Le quedan poco más de 30 días a su gran mayoría en las cámaras, y ya en septiembre pasar sus iniciativas le será mucho más complicado. Se verá obligado a negociar y a buscar consenso y eso dista mucho de ser su especialidad.
El apoyo masivo que tuvo el presidente en julio del 2018 se ha mermado considerablemente. Ni la parte de la clase empresarial o de la clase medio que lo apoyaron siguen con él. Es parte del impacto negativo que tuvo en las votaciones de hace casi dos meses. Su base de apoyo nuevamente se reduce a su base inicial que consiste en los beneficiados de sus programas sociales. Es un hecho que el presidente seguirá con éstos programas para evitar perder a sus fieles seguidores. Aunque inversiones como Pemex, el aeropuerto y trenes en el sur pudieran hacer que la comida a empeore en los siguientes tres años.
Importante señalar que el presidente ya ha hablado de sus sucesores. Hablar de reelección ya es muy difícil. Muy pocos querían a López y su pobre desempeño más de los siguientes tres años. Pareciera que el presidente ya está cansado y convencido de que su proyecto no funcionará y ya busca un relevo. Alguien a quien pueda seguir manejando fácilmente desde las sombras y ya prácticamente se ha manifestado a favor de esa persona. Esta situación seguramente traerá desacuerdos al interior de su partido, lo que pudiera traer como consecuencia división e incluso oposición dentro del mismo partido oficial.
Pareciera que la surrealista consulta supuestamente para someter a proceso a ex presidentes, es uno de los más recientes y desesperados intentos por mostrar músculo. Una especie de censo carísimo para darse cuenta de con cuánto apoyo cuenta hoy en día. Un ejercicio que la misma revista especializada The Economist ha calificado como “hecha por Cantinflas”, considerando que la pregunta a responder, poco o nada tiene que ver con someter a proceso a los ex presidentes. El presidente rara vez menciona a su antecesor Enrique Peña. Cuenta con personajes cercanos a Felipe Calderón, como Germán Martínez y a Manuel Espino. Alfonso Durazo es otro personaje cercano al presidente que en su momento fue funcionario de Vicente Fox. Olga Sánchez Cordero y Esteban Moctezuma, personajes clave en el sexenio de Ernesto Zedillo, también son sus colaboradores. Por si fuera poco, Manuel Bartlett y Marcelo Ebrard fueron conocidos Salinistas.¿Con todo esto, podría el presidente ir realmente contra sus antecesores?
La pandemia en algún momento pudo venirle como “anillo al dedo” al presidente, según él, la realidad es que a una economía débil cómo la suya, la acabó de arruinar. El resurgimiento de una nueva ola de contagios muestra muy difícil que haya recuperación en lo que resta del año. Podemos hablar prácticamente de que el sexenio cerrará con menos del 1% de crecimiento. Aunque el presidente quiera ignorar los resultados económicos, la realidad es que su sexenio será mucho peor que el de sus antecesores. La obsesión del presidente por hacer historia podía cumplirse al convertirse en el peor presidente de la historia moderna, dejando a un país más sumido en la inseguridad, con un muy deficiente sistema de salud y con una economía enferma.
Pasando en primero de agosto y pasada la consulta, sabremos realmente el apoyo que le queda al presidente. Una dosis de realidad es lo que nos espera. Después de ésto serán 30 días para que los candidatos electos en junio rindan protesta y veremos una administración fallida en una situación aún más compleja con oposición en las cámaras, un posible pico de contagios, una economía débil y una inseguridad que posiblemente vaya en ascenso ante la debilidad dr la economía y del estado de derecho. ¿Será entonces que el presidente derramará lágrimas y admitirá su fracaso ante el pueblo de México? Se antoja imposible, pero la magnitud del fracaso podría ameritarlo.
Apenas tres años y ya se le hizo bolas todo a obrador, lamentable que alguien que por más de 10 años estuvo insistiendo en tener la solución, en sólo tres años quede evidenciado que sólo era un hablador
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lopez obrador debe estar muy nervioso por lo que resulte el 1 de agosto, igual y no llega al sexto año
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salieron peores que los que se supone eran peores…pueblo sabio engañado por estos charlatanes de la cuarta
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una consulta que será más una forma de saber si aún cuenta con apoyo, qué tanto acarreo puede realizar, si aún puede polarizar a a gente, un engaño más del mentiroso profesional que eligieron presdiente
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al presidente más ahblador de los últimos años se le acabó el gas antes de tiempo, ya está viendo quién lo sustituye, ah pero para el show y la hablada resultpo muy bueno, le encanta hacer show, pero trabajar nada
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el abuelito ya tiró la toalla, ya se dio cuenta que la única historia que hará, es como el peor presidente del país.
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se le acabó la cuerda al vejete, el dinero y los fanáticos, ah y también la fuerza en la cámaras
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Deberia preocuparse por dejar a un país fuerte en el 2024, y lo que le preocupa es hacer una consulta inútil
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Aún le queda tres año, puede dar aún la sorpesa, muchos creen en el todavía
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