Por: Rolando J. Vivas

Rock progresivo, Sun Tzu, Winston Churchill, Go (el juego chino) y estrategia ¿Qué más podría pedir en un disco de rock? ¿Quién más podría incluir éstos elementos de forma espectacular en su disco número 17? Solamente los Iron Maiden. Senjutsu, publicado apenas a inicios de septiembre sigue claramente la línea iniciada por la banda en su disco de hace una década, The Final Frontier, en la cual el grupo de heavy metal inglés por excelencia, abrazaba si lado más progresivo, acercándose por un lado más al sonido de los Van der Graaf Generator, y por otro actualizándose añadiendo elementos de grupos contemporáneos como los excelentes Tool. Luego de que la banda experimentara su “Great Reset” en el año 2000, y retornaran el Capitán Bruce Dickinson y el guitarrista Adrian Smith a sus filas, la carrera de la banda entró en una nueva etapa, en la que la banda decidió combatir la nostalgia y forjar una nueva era musical. Eddie, el zombie-esqueleto mascota de la banda es como una “Barbie” del heavy metal, y ya hemos tenido “Eddie asesino serial”, “Eddie soldado”, “Eddie cyborg”, “Eddie momia egipcia”, “Eddie paciente psiquiátrico con lobotomía”, entre muchas otras, así, ahora nos llega “Eddie samurai”.
Se podría pensar que Senjutsu es un disco conceptual con el oriente en la mira de la banda, el título del disco es una vaga referencia a la estrategia, la táctica y el arte de la guerra. Senjutsu claramente toca cada uno de éstos puntos sin adentrarse de lleno en el mundo de Sun Tzu, el majestuoso estratega militar japonés autor del libro inmortal “El Arte de la Guerra”, uno de mis libros de cabecera favoritos. Pienso que Senjutsu aunque si se centra en el concepto de la estrategia, tiene mucho más que ver con la banda y su forma organizada de elaborar y atacar cada una de las composiciones de éste disco. Elementos progresivos más claros que nunca se presentan en el disco. Claras referencias a su séptima grabación titualada Seventh Son of the Seventh Son, disco de 1988, el cual iniciaba de lleno la aventura progresiva de la banda con temas más largos y complejos, además de la adición de sintetizadores, pero en Senjutsu la ruta progresiva es explorada de manera aún más profunda, como nunca antes. Basta escuchar los batientes tambores de guerra en el primer tema, que lleva precisamente el título del disco, en el que que baterista Nicko McBrain nos muestra que ha estado escuchando con atención a Danny Carey de los oscuros Tool, hecho que definitivamente resulta clave para la actualización del sonido de la banda y su estrategia de diferenciación contra el metal progresivo de hoy en día. La banda conoce perfecta el territorio al que ingresa y lo ha analizado de forma magistral
Estrategia: “Acciones meditadas y orientadas a un fin determinado”. O “Un plan detallado o la habilidad para planificar y llevar acabo acciones”. La estrategia es el cómo respondemos a un reto importante. La estrategia es un plan y la acción. La estrategia requiere de un diagnóstico, un plan y acciones. Es importante tener esto en mente mientras uno escucha Senjutsu, y es que Iron Maiden han optado por atacar cada uno de los temas de una forma extremadamente inusual, precisamente como un juego de táctica y estrategia, a la mente me viene el adictivo juego chino Go, en hay que rodear y aislar al enemigo para derrotarlo. Cómo si se tratara de experimentados maestros en el arte de la guerra, inspirados por grandes personajes como Anibal, Genghis Khan, Alejandro Magno, Napoleón Bonaparte o Winston Churchill, y grandes teóricos como Maquiavelo y Sun Tzu. La única referencia que podría tener con éste nuevo método de ataque en el mundo de la música, serían la banda canadiense de post rock Godspeed You! Black Emperor, cuyos discos despliegan un modus operandi muy similar al que ahora nos muestran los Iron Maiden, en la que el control, el enfoque y la concentración son elementos sumamente valorados al exponer la majestuosidad, dramatismo e intensidad de la música. Como parte fundamental de la estrategia, la planeación se ha vuelto esencial en la dinámica musical de los Iron Maiden, y precisamente éste plan de ataque es el que hace tan interesante a Senjutsu, además de permitir que cada uno de los elementos que conforman el grupo brillen de forma increíble, considerando la particularidad de la banda de contar con 3 guitarristas, algo poco usual en una banda de rock (Aunque ya lo han hecho los Lynyrd Skynyrd, los Eagles y los Radiohead).
Bruce Dickinson, el vocalista más popular de la banda, regresó en el año 2000, luego de una ausencia de casi una década en la que la banda se pudo sentir un tanto extraviada. Aunque Dickinson pudiera ser considerado a la par de personajes como Ronnie James Dio o Rob Halford, está claro que Bruce pertenece a otra liga de vocalistas, buscando cada vez más, estar cercano a personajes como Peter Hammill o Ian Anderson. Las inquietudes de Dickinson lo han llevado a convertirse en un personaje casi renacentista, conocido por sus incursiones en el mundo de los aviones, como piloto y como dueño de una empresa de mantenimiento de éstas naves. Dickinson también es reconocido por su carrera como protagonista en programas de radio y televisión, además de haber incursionado recientemente en la industria de la elaboración de la cerveza. No es sorpresa que esa versatilidad innata en Dickinson se refleje poderosamente en sus inquietudes al frente de la banda. Aplicando la flexibilidad al máximo como parte de la estrategias en el arte de la guerra, Dickinson suena extraordinario en Senjutsu, desafiante por encima de los candentes tambores de McBrain, al frente del ataque triple de guitarras, después escalando en los coros y elevándose a los cielos cuando el espacio ha sido despejado. La capacidad de resolver y salir adelante de Dickinson se pone de manifiesto en éste tema y en los demás que componen el disco. Su naturaleza determinada es clave para mantener a flote es espíritu de la banda.
Muchos podrían pensar que el elemento del bajo galopante es original de la banda. Aunque no es así, la banda lo ha hecho uno de sus elementos claves. El estilo galopante fue aprendido por el bajista Steve Harris poniendo atención en Geezer Butler de los Black Sabbath y en Pete Way de los UFO, de ahí, Harris ha tomado inspiración para desarrollar su estilo propio. Cómo uno de los principales compositores en el disco, también participa como principal estratega. Su huella es evidente en temas como Stratego, que incluye elementos clásicos de la banda, aunque la inclusión del guitarrista Janick Gers en la composición y en la línea de guitarra que acompaña la voz de Dickinson es una parte innovadora que se añade al sonido de la banda, además de prominentes teclados. Un sonido reinventado por una banda que se niega a vivir en el pasado, que ha estudiado perfectamente a grupos como los VdGG y a Rush, y que sabe que debe evolucionar constantemente, dejar etapas atrás y adentrarse valientemente en nuevos territorios para mantenerse viva, su mayor enemigo, la complacencia, apalancándose en su experiencia no para conformarse, sino para seguir asumiendo riesgos.
Y si hablamos de riesgos, vale la pena escuchar con la mente abierta The Writing on the Wall con toda la influencia de los Spaguetti Westerns de Sergio Leone musicalizados por el genial Ennio Morricone, esto además de un épico riff de guitarra del cual es imposible escapar y que hace del tema, una de los grandes aciertos del disco. La banda imponiéndose el reto de adentrarse en terrenos complejos sin perderse del todo. Organizando de forma excelsa el ataque de cada uno de sus miembros. Equilibrando elementos que en otro contexto pudieran parecer disparatados, pero que en manos sabias integran maravillosamente el western y la música celta de forma muy llamativa. Claro, los músicos han envejecido y ya no son esos ídolos del heavy metal que corrían a la velocidad de la luz, con una irreprensible energía casi punk. Ahora hay lugar para la reflexión, como al inicio de Lost in a Lost World. Pero si alguien pudiera pensar que la banda se ha ablandado, basta esperar unos segundos para recibir una fuerte dosis del ataque más duro de la banda en décadas. Así de firme y feroz sigue la banda. La visión creada a partir del disco The Final Frontier, hace 10 años, sigue inamovible en la mente y espíritu de la banda, sin vacilación alguna.
Senjutsu no es un disco inmediato, va avanzando lentamente hacia su objetivo, es un ejercicio brutal que se va calentando poco a poco pero sin detenerse. Para los fans de la banda de los 80s, la cercanía de la NWOBH y el estallido del punk rock, hay pocos elementos que pudieran identificarse aquí, aunque Days of Future Past no decepciona en ningún momento y es un tema que esboza el clásico sonido del grupo. Un agregado más al arsenal de la banda que a pesar de su complejidad está planeado para desplegarse en todo su esplendor en vivo sobre un escenario. Aquí es importante destacar que cada uno de los discos de la banda ha sido tratado con una dignidad inusitada. Muchos grupos podrán editar discos sin mucha relevancia, sólo para seguir llamando la atención, mientras en vivo repiten una y otra vez sus temas clásicos. En el caso de Iron Maiden, es un hecho que la banda presentará gran parte de éstos temas en su siguiente gira, lo que le dará una notable relevancia al disco y ayudará a su permanencia en la mente de los seguidores.
The Time Machine es otra sorpresa más, otro gran tema en el disco con la banda saliendo de su zona de confort para enfrentarse a sí mismos una vez más buscando sonar diferente sin perder su esencia. Una misión nada fácil, aunque la la banda despliega su capacidad para la estrategia, su plan y su organización para avanzar, para retraer y desplegar sus fuerzas. No es sorpresa el título del disco y la mirada fija en la estrategia. La banda se aplica de forma táctica en cada uno de los pasajes del tema. Atacando de forma ordenada y bien meditada. Imposible evadir un ataque así. Lo que también explica porqué Senjutsu es una anormalidad dentro del mundo del rock actual. De una solidez única, capaz de desplazar a modernos pesos pesados de la popularidad como Kanye West y Drake, quienes han sido testigos de como Senjutsu se ha convertido en el favorito de las masas en cuestión de semanas, convirtiéndose no sólo en un fenómeno de ventas digitales, sino también de ventas en unidades físicas.
Winston Churchill es uno de mis grandes ídolos, hace poco leí la biografía de Churchill escrita por el peculiar primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson. El libro es un fabuloso recordatorio de la estatura de Churchill como estadista y personaje de primer nivel en la historia mundial, un héroe en épocas muy oscuras poseedor de una férrea voluntad y resiliencia. Vi la película Darkest Hour, sobre el ingreso del Reino Unido a la Segunda Guerra Mundial. Una película sublime con un Gary Oldman en uno de sus mejores roles. Un Churchill interpretado como nunca antes. Una escena final que enchina la piel y emociona hasta el alma. Una invocación a luchar contra la tiranía en todo momento con arrojo y con valor. ¿Qué más se puede decir, cuándo sabemos que parte de la actitud de Churchill corre por los Iron Maiden desde hace tiempo? Es por ello que Darkest Hour no deja de ser todo un tour de emociones y un tema épico que ocupa un lugar estelar lugar estelar el disco. En lo personal uno de los momentos más gratos que nos brinda ésta grabación. Unas guitarras capaces de convocar mucha emociones y un Dickinson al tope de su capacidad como gran vocalista.
Iron Maiden conocen perfectamente su estatus como embajadores casi absolutos del metal progresivo, con bandas como Dream Theater, Opeth y Katatonia, que, sin duda los ven a ellos y a Rush, como las dos principales referencias en el género. Derivado del diagnóstico de la banda del entorno actual, su plan está claro, han decidido diferenciarse de las bandas de heavy metal y accionar un estilo más reflexivo, más propio, más controlado y que a su vez les permita estallar de forma más intensa intensa en el momento adecuado. Muchos podrán sentirse incómodo ante la nueva complejidad musical que ha alcanzado la banda, pero su estrategia lo ha hecho digerible y posible de abordar sin tanta dificultad, cada pieza funciona por si sola de gran manera. Un disco casi subliminal para consumirse a fuego lento para entender la letalidad de las nuevas tácticas musicales de la banda, impregnadas de la sabiduría de la edad y del dolor de la experiencia. Senjutsu es un excelente disco que requiere atención y paciencia. Senjutsu es un enigma que requiere de ciertas habilidades para poder apreciarlo por completo y a detalle. Iron Maiden ya no es la banda que solía ser en los 80s, ha entrado en una nueva etapa y da gusto escucharlos como los poderosos maestros veteranos, más letales que nunca, en los que se han convertido.
No es un disco apto para cualquiera, como dices, requiere paciencia y escucha atenta
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Si, Iron Maiden siempre se ha acercado aunque sea tangencialmente al legado de Churchill, muy buena referencia entre la historia y la música
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He escuchado por ahí que es uno de los discos más demandados del momento, parece que los millenials ya empezaron a escuchar cosas que realmente valen la pena
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El disco más elaborado de la Doncella de Hierro, el más completo que han grabado al día de hoy
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No había escuchado a Bruce Bruce pensando en Peter Hammill y la verdad es que si suenan cercanos
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El maestro Harris lo hace otra vez y nos trae un disco machacante y poderoso
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El bajo que galopa ya casi no se escucha en ninguna canción
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cambiaron mucho su sonido, ya no hacen heavy metal
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Extraño pero muy entretenido que escribas de todas esas cosas alrededor del disco, es un estilo diferente
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Poderosa reseña. ¡Ya quiero escuchar el disco cuanto antes!
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La palabra clave es poder, es un disco poderoso, muy bien dicho!
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Me alegro que hayas escrito sobre este disco. Siempre he sido un fan de Iron Maiden y no lo conocía, pero ahora me aventuro a escucharlo. Un saludo de Valencia,
Francesc
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Es un excelente disco, diferente al Iron Maiden clásico, vale mucho la pena
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Si, lo acabo de escuchar, ¡una pasada definitivamente! ¡Este disco mola!
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Mola y en gran cantidad
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¡Eso tío!
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