Por: Rolando J. Vivas

“Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo.” León Tolstói
“Uno no encuentra su identidad, ésta surge.” Reid Hoffman
Jacques Brel es una de las más grandes figuras musicales del siglo 20, a pesar de esto, podemos afirmar que es muy poco conocido en el mundo de habla inglesa. En los 50s, cuando los cantantes y canciones sólo hablaban y abordaban temáticas como el amor de una forma casi inexpresiva o trivial, Brel hizo de sus presentaciones una obra de arte fuera de serie, su música era atrevida, sensual, violenta y sumamente expresiva (la famosa Mathilde, por ejemplo), sus presentaciones se convertían casi en puestas en escena, dramáticas y de gran impacto. Brel inició su carrera en el circuito de cabarets de Bruselas y París, al inicio, visto como una especie de extraterrestre, toda una anomalía en el mundo de la “chanson” francesa, que al inicio no sabía cómo tomar a Brel, y después implemente le tomó como ejemplo para consolidarse como un popular genero de reconocimiento global. Brel, más que un cantante o compositor común, se presentaba como un personaje completamente vanguardista decidido a ser un cruce poco común entre los mundos de la música, la literatura y el trato. Así Brel trascendía géneros, idiomas y fronteras. Los temas de Brel lo mostraban en ocasiones como un hombre atormentado, en otras violento. Una especie de Dostoyevski o un García Lorca. Alguien que se atrevía a decir en sus canciones lo que muy pocos admitían en aquellos tiempos. Es claro que con sus canciones y sus actuaciones, Brel abría las puertas a futuros iconoclastas como Bob Dylan, Scott Walker y Bob Dylan, quienes se encargarían de dar a conocer el legado de la canción adulta, inteligente y audaz en Occidente, como ningún otro artista haría antes, transformando incluso un genero como el rock n roll, protagonizado por grupos como los Beatles, los Beach Boys y los Rolling Stones, en algo más allá de un mero fenómeno adolescente. Brel directamente, o a través de sus incontables seguidores, trascendería hasta influenciar fuertemente la música de artistas como Leonard Cohen, Lou Reed, Marc Almond, Neil Diamond, Raphael, Tom Jones, Julio Iglesias, Y Frank Sinatra, entre otros. Pienso que Brel se adelantó por mucho a su tiempo, supo reconocer la muy compleja naturaleza humana y buscó a toda costa plasmarla en sus canciones para crear temas que permitían introducir profundas reflexiones en un género que carecía de ésta dimensión.
Cuando el director de cine japonés Akira Kurosawa estrenó en los años 50s su película Rashamon, las audiencias quedaron completamente en shock. La afluencia en taquilla fue respetable y la película ganó un par de premios, pero en aquél momento la crítica no vio la película como algo digno de ser un clásico. Sin duda Rashamon presentaba un rompimiento brutal con el cine tradicional japones de las posguerra. Rashamon era el resultado de los intereses poco comunes de Kurosawa en el arte, la ciencia y la filosofía . La historia era narrada en varias partes de acuerdo a la percepción de cada uno de los protagonistas de la película, así la historia variaba dependiendo de cada uno de los personajes, poniendo al espectador en una situación insospechada. Era una historia relatada de forma no lineal, lo que sin duda crearía un conflicto para gran parte de la audiencia. Kurosawa había decido plasmar en su obra la relatividad de la verdad y lo rápido que los supuestos hechos podían cambiar de acuerdo a como los había vivido cada personaje. Como pocas veces antes, Kurosawa explotaba de forma temeraria el llamado “flashback”, sin dar muchas concesiones a la audiencia. En ocasiones arroja la conclusión de que no hay verdad absoluta y deja a la espectador la tarea de pensar e ir armando las piezas del rompecabezas, para muchos espectadores, decididos definitivamente a ser sólo “espectadores”, Rashamon fue un reto enorme. El tiempo, una vez más, iría dándole la razón a Kurosawa, y al día de hoy, mucho del cine inteligente y audaz de autores modernos como Jean Luc Godard, Andrei Tarkovsky, Quentin Tarantino, Stanley Kubrick, Werner Herzog, M Night Shyamalan, Gaspar Noé o Bong Jon hoo, no se comprendería sin el revolucionario trabajo de Kurosawa, que de ésta forma transformaría para siempre la manera de relatar historia en la pantalla grande, retando fuertemente al espectador, retando fuertemente las estructuras tradicionales del cine y mostrando una poderosa reflexión sobre la verdad, las percepciones y sobre todo, rompiendo por completo con lo que hasta entonces se consideraba, la única forma de relatar una historia. Kurosawa, como muy pocos lo hicieron entonces, supo identificar la complejidad en los procesos de pensamiento del ser humano, que realmente no piensa en forma lineal, sino que puede dar poderosos saltos del presente, al pasado y después proyectarse al futuro, la magia narrativa de Kurosawa pudo así plasmar algo revolucionario en la pantalla grande.
El escritor Stephen King, llamado por muchos “el rey del horror”, aunque él preferiría ser llamado el “rey del suspenso”, ya que considera al suspenso como un género superior al horror, buscaría introducir un poderoso elemento de disrupción a la entonces anquilosada industria editorial. King se había vuelto enormemente famoso gracias a sus novelas clásicas como Carrie, The Shining o Pet Sematary. King sin duda era un gigante en el mundo de la literatura, lo que lo hizo considerar su papel como protagonista en el mundo de la novela impresa moderna. Para King, la innovación siempre fue parte importante de su pensamiento, fue uno de los primeros autores modernos en buscar hacer más cercana la relación entre el autor y el lector, lejos de ver a la literatura como un fenómeno aislado, King reconocía constantemente a su lectores y sabía que podía cambiar e influir en el mundo a través de ellos, hacerlos crecer, y crecer él mismo a través de sus seguidores. Hablaba de escribir con la “puerta cerrada” y de re escribir con la “puerta abierta”, es decir, una vez que King concebía una idea, gustaba de exponerla a sus lectores haciendo del fenómeno autor-lector una experiencia diferente. En el año 2000, King estaba decidido a transformar a la industria y en acercarse aún más a sus lectores, incluso, darles un poder que ningún otro autor había dado a su público antes. Así, King dio a conocer en ese año la serie escrita The Plant, la idea era publicar episodios y ponerlos a disponibilidad del público de manera digital, la idea era sin duda revolucionaria y se basaba principalmente en algo que King llamaba “sistema de honor”, en el cual cada lector decidía el precio “justo” a pagar por cada capítulo, algo tan revolucionario, que era obvio el público no estaba preparado para ello. Mientras algunos lectores respondían bien a la propuesta, otros descargaban el material sin pagarlo y lo difundían irresponsablemente. King lo intentó una vez más, pero de forma aún más directa e inmediata con su novela Riding The Bullet, publicada sólo de forma digital en esa misma época. El éxito vino de forma confusa. Las descargas serían masivas y saturarían los servidores haciéndolos fallar. Los pagos nuevamente se harían de forma inequitativa y la piratería nuevamente irrumpiría en el proceso. El experimento de King había sido emocionante, disruptor, aunque económicamente problemático (Un lujo que King se podía dar sin problema). Aun así, la audacia de King mostraría a muchos el camino para la venta de libros digitales a gran escala y sin duda sería un ejemplo muy grande a tomar en cuenta para la industria, en específico para entidades como Amazon, que 20 años más tarde, llevaría al libro digital a un nuevo nivel, y lo convertiría uno de sus principales éxitos comerciales que llevarían a la creación del revolucionario Kindle (para el cual, King escribiría un par de novelas en exclusiva), dispositivo para lectura de libros digitales. King había buscado con afán romper con las barreras de la industria y empoderar al lector como ningún autor había hecho antes, por otro lado, su acercamiento a la tecnología se convertiría en una constante que sólo ayudaría a incrementar su fama como escritor.
Kanye West es otro fabuloso ejemplo de una auténtica anomalía. Un brillante productor musical salido de la clase media, que estaba decido a tener una carrera propia encima de los escenarios y no sólo dentro de los estudios. Conoció el éxito produciendo al artista de hip hop conocido como Jay-Z, a pesar de esto, West quería probar suerte arriba de los escenarios, contradiciendo los consejos de sus conocidos que le advertían que su personalidad y estilo no tenía nada que ver con el llamado “gangsta rap” que dominaba al hip hop en esa época. En el mundo del violento “gangsta rap” no parecía haber cabida para West, quien no era nada extraordinario recitando rimas, no tenía un pasado que lo conectara con los barrios bajos, con las pandillas armadas o el tráfico de drogas, sus letras eran más introspectivas y nada tenían que ver con ese mundo oscuro y violento. Por otro lado, West no era un gran admirador de gente como Tupac Shakur o de Notorious Big. A diferencia de muchos artistas de hip hop, West se inspiraba en personajes como Michael Jackson, Jimi Hendrix, Fela Kuti y Nina Simone, además se ser admirador de bandas como los Rolling Stones y Led Zeppelin. West carecía de experiencia en las calles, pero le sobraba actitud y confianza en sí mismo, sus primeros discos, ya como protagonista, abordaban esa temática de buscar y preservar su propia identidad y de no dejarse vencer por la adversidad. De ésta forma West, apoyado fuertemente en su talento en el estudio, empezó a desarrollar un estilo propio que tardaría en llamar la atención, pero que aniquilaría al “gangsta rap”, y abriría un espacio para su llegada como artista único, creador de una suerte hip hop progresivo y de vanguardia. Con West, el hip hop mutaría hacia algo nuevo e innovador. Un énfasis brutal en la programación de ritmos (a velocidad más lenta que en hip hop tradicional), en el uso de estridentes sintetizadores y la enorme influencia de la música electrónica, uso extenso de coros “gospel” y poderosos arreglos orquestales basados en instrumentos de cuerda. West se convertiría en un auténtico autor que usaría al estudio y a muchos músicos invitados para crear ambiciosas piezas musicales como el hip hop no había conocido jamás. La colaboración extensa y el caos se convertirían en dos de las principales armas de West para impulsar su carrera musical. Discos como 808 & and Heartbreak, My Beautiful Dark Twisted Fantasy y Yeezus crearían todo un nuevo estilo musical que harían crecer la influencia del hip hop a otros géneros como la electrónica, el “gospel” y el pop. Después de West el hip hop carecería de fronteras para trascender a casi cualquier género imaginable. West abrazaría como pocos su peculiar personalidad y estilo, confiaría y apostaría audazmente en su talento y de ésta forma transformaría un género estancado, en un vehículo musical capaz de trascender de formas no imaginadas. Sin duda el hip hop sería profundamente transformado por West, y lo sigue haciendo.
Difícilmente alguien voltearía a ver al mundo de la industria pornográfica como una fuente de innovación y disrupción, la realidad es que ésta controversial industria ha sido uno de los grandes elementos disruptores en el mundo de internet. Elementos hoy comunes como el comercio electrónico, el llamado “search engine organization” o SEO, el “streaming” y las redes de distribución “Peer to Peer”, han encontrado su origen, difusión y uso extenso dentro de la industria pornográfica, dejando atrás modelos de producción y distribución tradicionales, para abrazar rápidamente nuevas formas de crear y distribuir contenido. Si, la industria pornográfica en internet fue pionera en verificación de pagos con tarjeta de crédito, también ésta industria fue pionera en ofrecer servicios de streaming bajo demanda, experiencia que sería clave para el posterior desarrollo de gigantes como Netflix o Amazon Prime Video. Pero dentro de ésta peculiar industria, también surgen personajes decididos a transformarla desde adentro, a abrazar sus propias peculiaridades y convertirse en revolucionarias anomalías dispuestas a marcar un rompimiento entre el pasado, el presente y el futuro. A pesar de lo que se pudiera pensar de ésta industria y la explotación del género femenino, la revolución digital ha permitido a muchas actrices de ésta industria, convertirse en dueñas del proceso creativo y del contenido, así, personajes como Joanna Angel o Dana Vespoli han creado sus propias productoras y dotado a éstas industrias de sus peculiares visiones. Angel por un lado, con una enorme influencia del iconoclasta y subversivo cine de John Waters o de David Lynch por ejemplo, o Vespoli que señala “Si el porno fuera rock n roll, yo sería The Velvet Underground”. Le tocaría a la productora, directora, actriz y escritora australiana Angela White, cimbrar fuertemente a la industria pornográfica de una forma tan inusualmente disruptiva, que no puedo hacer otra cosa, sino pensar en personajes como Jean Luc Gordard, cuyo cine busca romper de forma audaz con todas las tradiciones y cánones del género, basta recordar la actuación de Angela en su película Angela 3 del año 2017, que se convertiría en todo un hito en el cine pornográfico. Lo que White y su compañero, el actor francés Manuel Ferrara plasmarían en ésta cinta, iría completamente en contra del porno tradicional, que suele mostrar actos estrictamente coreografiados (incluso más que en la lucha libre) entre personajes despojados de toda humanidad que reducen la sexualidad en ocasiones a un acto casi animal a todo pulmón, imposible de plasmar sentimientos más profundos. Luego de más de una hora de mostrar el acto sexual entre los dos actores de la cinta, somos testigos de como la cámara sigue rodando y White sufre un inesperado derrumbe emocional y rompe a llorar de una manera que se antoja espontánea, y que aparenta estar totalmente fuera de guion alguno, abrazando a su compañero de forma por demás emotiva y realista. En ese punto, ambos actores se deshacen en elogios y halagos sumamente conmovedores el uno al otro, casi como dos viejos amigos. En éste punto, lo que White logra con su legendaria actuación, es confrontar brutalmente al espectador y cuestionarse por completo “¿Qué es lo que está presenciando?” Si John Waters, Jean Luc Godard y David Lynch buscaban afanosamente confrontar con su peculiar estilo de hacer cine, White lograba un efecto similar, a través de introducir un elemento completamente inusual en el mundo de la pornografía, una anomalía y una genialidad a la vez.
No sólo en el mundo de la tecnología podemos encontrar elementos innovadores y creativos que nos inspiren a llevar a cabo actos disruptivos que cambien por completo nuestro presente y nuestra realidad, muchas veces, son personajes que abrazan sus identidades y visiones poco comunes, en los lugares más inesperados, los que consiguen generar esa anomalía que termina transformando de forma radical nuestra forma de pensar.
No sabía sobre Jaques Brel, he buscado sobre él y vaya sorpresa, que buena recomendación, de Kanye West no se mucho, no me gusta el rap, sobre Stephen King puedo decir que es uno de los mejores escritores y de la industria pornografía no se nada, pero me llamó la atención lo que digiste sobre cómo están maejando ahí la innovación
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Totalmente de acuerdo, todos y cada uno de aquellos que has mencionado han hecho las cosas a su manera e impulsado grandes cambios, no sabía sobre Angela White, pero leyendo un poco sobre ella, me doy cuenta que en dónde queira hay talento, hasta en dónde menos se lo puede uno imaginar. Excelente
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Así es Kurosawa y Brel han sido dos grandes innovadores cada uno en su propio campo
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Me ha encantado lo que has escrito, encontraste literalmente ejemplos de innovación y de una disrupción enrome en sitios poco comunes
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