Por: Rolando J. Vivas

Jeff Beck es uno de los grandes guitarristas de rock de todos los tiempos. Yo lo considero entre los tres más importantes junto a Jimi Hendrix y a Eric Clapton. A pesar de su legendaria presencia con bandas como los tremendos Yardbirds (durante sus estancia los temas más exitosos de la banda serían grabados) y los espectaculares Jeff Beck Group (quienes junto a Led Zeppelin prácticamente inventarian el hard rock), Beck nunca alcanzó el éxito estratosférico de Clapton, o el de Hendrix (en los 60s, Hendrix consideró a Beck como el mejor guitarrista del mundo). Su complicado carácter le impedirían llevar una carrera en ascenso como la de sus contemporáneos, Clapton, Hendrix o Jimmy Page. Beck haría una singular carrera como “guitarrista de guitarristas”.
Luego de ser echado de los Yardbirds por su errático comportamiento, Beck encontraría la clave para una larga y relevante carrera que lo mantendría vigente por casi 6 décadas, la colaboración, un arte que Beck redefiniría como pocos. La primera a de ésta seria junto al vocalista Rod Stewart y al bajista Ron Wood, futuro guitarrista de los Rolling Stones. A pesar de su estatus como genio de la guitarra, Beck jamás pensó, en lanzar una carrera solista, lo suyo era poner su genio al servicio y colaboración de otros. Así graba junto a Stewart y Wood dos discos legendarios, el Truth y el Beck-Ola, que pasarían a la historia como dos discos claves, junto a los de Led Zeppelin, para el nacimiento del hard rock.
En ese momento, una vez más su temperamento le hizo una mala jugada y el grupo se desintegró, con Stewart y Wood partiendo para formar los extraordinarios The Faces. Beck seria requerido por bandas como Pink Floyd (que buscaban reemplazar a Syd Barrett) y los Rolling Stones (que buscaban reemplazar a Brian Jones), aunque no se sintió del todo a gusto con ninguno de ellos luego de conocerlos. Beck había grabado junto a Keith Moon de los Who, Jimmy Page, John Paul Jones de Led Zeppelin y el pianista Nicky Hopkins el clásico Beck’s Bolero uno de los grandes temas de la época. Pero Beck sabía que el reconocimiento como uno de los grandes guitarristas del rock duro aún no le había sido otorgado, por lo que buscaría una nueva colaboración para lograrlo.
Cactus fue una banda con sede en la ciudad de Detroit, meca del rock más duro en los EEUU. Beck fijó su mira en la sección rítmica de la banda, formada por el bajista Tim Bogert y el baterista Carmine Appice. Sabía del enorme potencial de estos dos músicos, con un pasado común en la legendaria banda Vanilla Fudge, una de las bandas más estridentes de finales de los 60s y que sería una gran influencia para grupos como Led Zeppelin y Deep Purple. Junto a Bogert y Appice, Beck grabaría varios discos con un sonido verdaderamente estridente y brutal, pero sin mucha repercusión comercial. Todo parecería indicar que éstos discos cerraron un ciclo para Beck con respecto al rock duro, y el guitarrista desintegró el grupo en búsqueda de nuevo territorio para experimentar.
Para mediados de los 70s, Beck se había enganchado con el rock fusión y con el funk, se convertiría en gran admirador de la enorme Mahavishnu Orchestra del tremendo John McLaughlin, de la banda de funk The Meters, y del trabajo del músico extraordinario de la Motown, Stevie Wonder. Blow By Blow se convertiría en el nuevo proyecto musical de Beck. Se uniría al tecladista Max Middleton, al productor de los Beatles, George Martin y recibiría algunas composiciones de Stevie Wonder (que se había vuelto fan de Beck) para grabar éste disco en el que buscó sumar todos esos intereses que le inquietaban en el momento. Recomendaría a su amigo y admirador Joe Perry de los Aerosmith, escuchar con atención a los Meters, Perry le haría caso y el resultado seria el clásico Walk This Way, inspirado en la guitarra funk de los Meters. Blow By Blow se convertiría gracias a su complejo sonido, en en disco más exitoso de Beck.
Los 80s serían poco activos para Beck, su exposición a sonidos de altos decibelios habían causado un fuerte daño en sus oídos que requerían descanso, su regreso triunfal seria en los 90s con una serie de colaboraciones cercanas al mundo del cine, la primera de ellas, que lo pondría de nuevo bajo los reflectores, sería junto al vocalista Jon Bon Jovi. Juntos harían el soundtrack de la exitosa cinta Young Guns, y posteriormente participaría en el soundtrack de la cinta Days of Thunders, que daría pie a una colaboración junto a la banda Guns N Roses, que al final no se pudo concretar. Beck pasaría el resto de la década colaborando de forma exitosa con Roger Waters, ex líder de los Pink Floyd y con la singular vocalista Kate Bush.
Para el 2013, Beck estaba de vuelta con más colaboraciones de alto octanaje, primero junto al legendario ex líder de los Beach Boys, Brian Wilson, cuya carrera había sido re lanzada luego de publicar su versión final del legendario disco inconcluso Smile, Wilson había regresado exitosamente a los escenarios y lanzó una gira junto a Beck. Ambos músicos armaron un espectáculo que consistía en temas clásicos de rock n roll y versiones instrumentales de los Beach Boys (magistrales, por cierto). Sin duda Beck mostró su singular talento creando emotivas versiones de los temas clásicos de los BB. Después de la gira, el proyecto fue puesto en pausa y el añorado disco colaboración entre ambos nunca fue publicado. Beck cerraría la década, con una colaboración más, esta vez con la guitarrista Carmen Vanderberg y la vocalista Rosie Bones (ambas de la banda de blues rock Bones), resultando el estridente disco Loud Hailer uno de los más exitosos hasta el momento del legendario guitarrista.
Sin duda la carrera de Beck ha sido una de altibajos, ha tenido la oportunidad de grabar discos legendarios como el Roger The Engineer, con los Yardbirds, Truth con el Jeff Beck Group y Blow By Blow como solista. Muchos de sus discos han pasado desapercibidos, reconocidos sólo por conocedores de la materia, sin embargo, sus colaboraciones con otros artistas como Rod Stewart, Stevie Wonder, Jan Hammer, Jon Bon Jovi, Herbie Hancock, Kate Bush, Roger Waters y Brian Wilson, lo han mantenido de forma vigente y siempre a la vista del público, lejos del olvido. A pesar de no gozar del éxito de Hendrix o de Clapton, su estrategia de estar siempre abierto a colaboraciones lo ha rejuvenecido en cada década desde los 60s. A diferencia de Clapton, Page o incluso Ritchie Blackmore, Beck es el único de éstos legendarios guitarristas, cuyo estilo ha evolucionado de forma constante.
La más reciente de éstas colaboraciones podría ser una de las más controversiales, extrañas y divisivas, pero también una que, seguramente le traerá gran popularidad en ésta época. Durante el 2018, Beck se unió al actor Johnny Depp (luego de conocerse tras una colaboración de ambos con los Hollywood Vampires, que, además de Depp incluyen a Alice Cooper y a Joe Perry) para grabar un grupo de temas bastante variados y sin una línea definida, claro, nacidos de ésta inimaginable, inesperada e inusual mancuerna. Covers, temas instrumentales y algunas composiciones de Depp. El disco 18 es un disco carente de balance. Poco se puede rescatar de las aportaciones de Depp. Lo mejor del disco definitivamente son los temas instrumentales a cargo de Beck y los solos de guitarra.
En 18 hay covers bastante inusuales de Killing Joke, John Lennon, The Velvet Underground, The Beach Boys (de lo mejor del disco), Dennis Wilson, Smokey Robinson y Marvin Gaye. Seguramente 18 no será recordado como “el gran disco de Jeff Beck”, sin embargo parece que Beck ha encontrado la forma de volver a los reflectores gracias a la reciente crecida de la popularidad escandalosa de Depp, derivada de su reciente batalla legal contra su ex esposa Amber Heard. 18 fue grabado a lo largo de varios años, incluso durante la pandemia, muchos pensaban que no saldría a la luz y quedaría olvidado, al parecer el juicio de Depp atrajo tanta atención que pareció bastante propicio lanzar el disco y una posterior gira.
Una gira junto a Depp ha puesto Beck de nuevo en los escenarios y con audiencias copiosas que buscan ver a Depp y que seguramente de paso conocerán y apreciarán el talento de Beck. Sin duda en la colaboración, Beck ha encontrado la fórmula perfecta para aplicar la estrategia de mantenerse vigente y relevante por mucho más tiempo que muchos de sus contemporáneos. Ni Hendrix, ni Clapton, ni Page pudieron seguirle el paso de maratonista supremo a Beck. En la colaboración, Beck ha encontrado la forma de construir e impulsar una carrera que parece seguir dando frutos y mantiéndolo siempre vigente y con éxito. Ya está anunciado para éste año, una colaboración más, ésta vez Beck sonará junto a Ozzy Osbourne en su nuevo disco Patient Number 9, a publicarse la primer semana de septiembre. Todo parece indicar que Beck sigue avanzando a su propio paso, con la constancia como gran aliado de su enorme talento.
yo nosabía quién era jeff beck o que hacía, si, tocar junto a Jonny le ha servido para darse a conocer
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pienso como tu, hubiera estado mejor un disco instrumental que ésto
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