Por: Rolando J. Vivas

Las “nuevas masculinidades” se dice que buscan crear relaciones más sanas e igualitarias entre géneros. En lo personal, estoy de acuerdo y lo he manifestado muchas veces que, más allá de ideologías, no se trata de ser “iguales”. Obviamente no lo somos y lo comentaré más adelante. Hombres y mujeres se complementan y se necesitan mutuamente, juntos forman un todo mucho mejor que de forma individual, eso no lo discuto. No pretendo que hombres y mujeres sean iguales, pero si me gustaría bastante que ambos tuviesen las mismas oportunidades. Oportunidad de decidir sobre sus cuerpos, de estudiar, de tener una profesión, de realizarse como seres humanos y como profesionistas, de formar un hogar y compartir sus vidas con quién ellos y ellas decidan como adultos.

No sé si las “nuevas masculinidades” sean la solución a la desigualdad en oportunidades. Lo que si sé es que las “viejas masculinidades” no eran nada rescatable “hegemonía masculina”, “patriarcado”, “machismo”, llámenle como quieran. Podemos hablar hoy en día de ideología de género” ya existía en el pasado y era impuesta por estás viejas masculinidades. Se necesitaría ser muy miserable para pensar que las viejas masculinidades funcionaban, y que “estabamos mejor antes que ahora”.

“La mujer se queda en la casa”, “Que aprenda a cocinar para cuando se case” “Que ella no estudie, que aprenda a cocinar”. El hombre estudia y trabaja, la mujer se queda en casa y cocina. ¿Eso no es ideología de género? ¿Por qué asignar un rol de forma tan tajante cuando sabemos que las mujeres son tan capaces como los hombres en el tema de estudios o en temas profesionales? ¿No hay excelentes cocineros de género masculino? Toda una tontería la vieja “ideología de género” que condenaba a la mujer a la casa, a estar encerrada, a sólo ser ama de casa y madre. Espantosa “vieja ideología de género” que hacía que los padres llevaran a los niños de 12 años con prostitutas “para que se hicieran hombres”, o la clásica “los hombres no lloran” (Jordan Peterson, uno de los “intelectuales” en contra de la llamada “ideología de género”, se la pasa llorando en youtube).

Espantosa “vieja ideología de género” que hacía a los padres desconocer a los hijos porque no eran “machitos”. Espantosa “vieja ideología de género” y “vieja masculinidad” que permitía que los hombres se robarán a mujeres para casarse con ellas, o que les permitía “comprar” a su futura esposa mediante un acuerdo económico con sus suegros. Una parte del matrimonio es un contrato civil, el matrimonio hace menos de 200 años se trataba de todo menos de amor entre dos personas. La llamada “familia nuclear tradicional” no es otra cosa que una construcción de menos de 200 años, que en ocasiones permitía el abuso de un hombre a una mujer, a veces de forma violenta en lo físico y en lo emocional. Una construcción social que le permitía al hombre usar a la mujer para tener muchos hijos para que lo mantuvieran cuando éstos crecieran, si eran “hombres”, “¡Que maravilla!” si eran “mujeres” “Que desgracia”. Jódanse viejas masculinidades.

¿Eso es lo que grupos ultraconservadores, tratan de conservar? Denuncian una nueva “ideología de género”, denuncian “nuevas masculinidades”, pero las viejas y nefastas ideologías de género y masculinidades, ¿Esas no las eran mejores? ¿Funcionaban? ¿Qué haces si sabes que no funcionaban? ¿Las conservas? La definición de “familia” nos dice lo siguiente: “Grupo de personas emparentadas que viven juntas”, “conjunto de ascendientes y descendientes, colaterales y afines de un linaje”, “hijos o descendencia”. La definición de familia no menciona en ningún momento “hombre y mujer casados con hijos”. No dudo que muchos viven con ésta definición, pero no sería la única, hay muchos tipos de familias, la “familia nuclear tradicional”, no es el único tipo de familia. No es ni nuclear, ni tradicional, una “tradición” de menos de 200 años, no es otra cosa que una novedad momentánea frente a los miles de años de existencia del ser humano.

¿Sin la “familia nuclear tradicional”, la humanidad está condenada a desaparecer? Por supuesto que no, la humanidad ha existido por muchos miles de años antes que la “familia nuclear tradicional” hiciera su aparición. Con o sin “familia nuclear tradicional”, la humanidad seguirá existiendo. Algunos dirán que se requiere la presencia de un hombre y una mujer para que la “familia” proporcione un ambiente “sano” para los hijos. Imposible negar que en esas “familias tradicionales” y “seguras”, no existe abuso doméstico, violencia intrafamiliar, abandono, infidelidad, abuso infantil, etcétera. Una familia “tradicional”, en la que fallece el padre o la madre ¡se vuelve desechable por no haber presencia de una madre o de un padre? La familia tiene que salir adelante y le tocará a la madre o al padre ejercer los dos roles en la mejor manera posible.

En definitiva hombre y mujeres no somos iguales, somos diferentes y complementarios. En la era de las cavernas, los humanos vivían en comunas, no habían parejas definidas y los hijos eran cuidados por toda la “familia comunal”. Los hombres salían a buscar cazar animales para proveedor alimentos, no por “ideología de género”, sino por dos cosas, su naturaleza aventurera y por su aptitud física, la mujer se quedaba en la cueva, no porque el hombre lo dictara, físicamente era menos apta de forma natural para el combate físico o para la huída, su naturaleza era tendiente a preservar, ya sea el lugar dónde se habitaba y preservar la descendencia.

El hombre tiene en su naturaleza la aventura, la osadía, y obviamente la irresponsabilidad y la insensatez (por eso los hombres somos los exploradores, los conquistadores, los que invaden e inician las guerras, los que mueren en acciones armadas o los que más practican deportes extremos), la mujer tiene en su naturaleza la moderación, la previsión y la precaución, y el fatalismo y la exageración (por eso viven más tiempo, por eso te dicen “ponte sueter porque va a llover”, por eso saben cuidar bien a los hijos, llevan la bolsas llena de cosas inimaginables, por eso en ocasiones se imaginan lo peor).

No pretendo ofender y menos denigrar. No considero que uno sea mejor que otro, sino dejar claro que nos complementamos. Probablemente el hombre de las cavernas hubiera salido miles de veces decidido a la aventura, por eso la mujer permanecía en la cueva. Probablemente sin el hombre, la mujer hubiera muerto en la cueva o viviendo sólo de pequeños frutos, probablemente sin la mujer, el hombre hubiera salido desarmado o sin considerar los posibles peligros de depredadores más grandes que él.

Me decía uno de mis jefes “si fuéramos puros hombres en la oficina, ya hubiéramos saltado por la ventana, ya nos hubiéramos matado el uno al otro y ya hubiéramos quemado el lugar”. “Si sólo hubiera mujeres, estarían preguntándose todo el día que podría salir mal, estarían planeando, no avanzarían y probablemente estarían desconfiando todo el día la una de la otra”. Pero aún y que éstas cosas, estén muy grabadas en nuestros genes el hombre, ser proveedor y la mujer ser cautelosa, por encima de todo ésto, está nuestra capacidad como seres humanos para adaptarnos a todo. Eso es lo que realmente nos impulsa como especie.

Si en una familia falta el padre o la madre, el hombre o la mujer sabrá sacar de la mejor manera posible ambos roles. Seria una tontería pensar que estos roles son definitivos. Sociedades bastantes desarrolladas ya muestran ésto y vemos como mujeres salen a la calle a emprender negocios o ser líderes de un país. Igual, vemos a hombres que por propia convicción emprenden un negocio desde su casaba deciden cuidar de sus hijos, ya sea por necesidad económica, o simplemente por decisión mutua. (Al día de hoy, bajo las “viejas masculinidades”, los hombres salen a emprender, las mujeres deben emprender desde su casa.

Quizá por ello los modernos CEO´s en su mayoría son mujeres, porque son más osados, más arriesgados. Quizá por eso haya mayor número de mujeres en los consejos empresariales o en áreas de staff, si no fuera por su inteligencia para calcular riesgos, muchos CEO´s ya hubiesen llevado a la quiebra a muchas empresas. ¿No somos por lo general los hombres los que iniciamos las guerras? Los que décimos, ¡Vamos por Polonia!, ¡Vamos por Ucrania! ¿Porqué será que por lo general, las mujeres inician las guerras? Es parte de la naturaleza de cada quien, la osadia y la insensatez, la precaución y el fatalismo. No podríamos existir el uno sin en el otro, en el hogar o en el trabajo. Pero con quién querramos pasar el resto de nuestra vida y formar una familia, eso ya depende de cada quién, de sus gustos y preferencias, el derecho a buscar eso que se llama felicidad, debe ser de todos los adultos y para ejercerlo como cada quién lo decida libremente.

¿“Nuevas masculinidades”? No lo sé, se que las “viejas masculinidades” no eran algo del todo bueno. ¿Queremos conservar algo tan negativo? ¿Ideología de género? Ya existía, cómo lo he mencionado, y tampoco era del todo bueno, sometía a la mujer y la convertía en una persona de segunda clase. Claro, sin la acción de un hombre y una mujer, la vida no podría crearse, no al día de hoy, pero ello no depende de la formación de una “familia nuclear tradicional”, tampoco de la obligatoria presencia de un hombre o una mujer. ¿O es de menor valor la familia que saca adelante una madre soltera o un padre soltero? Por supuesto que no. ¿Acaso no puede decidir un hombre o una mujer permanecer solo o sola? ¿Acaso no puede decidir una pareja no tener hijos? ¿Acaso eso los hace menos humanos? Si a las primeras dos. Por supuesto que no a la tercera.

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