Por: Rolando J. Vivas

“La especulación te lleva por el camino equivocado. Pone a las emociones en primer lugar, cuando al invertir, el deber ser es hacer a las emociones a un lado”

La empresa de servicios financieros Vanguard Group, fundada por John C. Bogle en 1975, es una de las mayores proveedoras de fondos de inversión en el mundo. Con un enfoque en la inversión a largo plazo, Vanguard Group se distingue por su filosofía centrada en la estabilidad y la sostenibilidad. Bogle es una figura clave en la industria de los fondos de inversión, conocido por su obra literaria incluyendo The Little Book of Common Sense Investing y por ser un crítico constante de la especulación en el mercado de valores. Su visión, fuertemente implantada en Vanguard Group, es la de enfocarse en inversiones sólidas y de largo plazo en lugar de buscar ganancias rápidas a través de la especulación, que distorsiona los precios y socava la confianza en los mercados.

Vanguard Group es una empresa líder en servicios financieros especializada en gestión de activos y uno de los mayores proveedores de fondos de inversión en el mundo. Por lo tanto, no es sorprendente que invierta en algunas de las empresas más grandes y exitosas del planeta. Según los registros de la Comisión de Valores y Bolsa de los Estados Unidos (SEC), VG tiene una participación del 4.3% en la empresa de autos, Tesla. El principal inversionista de Tesla es el empresario, Elon Musk, quien en algún momento fue el hombre más rico del mundo. La riqueza de Musk se derivó principalmente de su inversión en Tesla, una de las empresas más rentables de su cartera. Fundada en 2003 por Martin Eberhard y Marc Tarpenning, Tesla lleva el nombre en homenaje al legendario inventor Nikola Tesla. En 2004, Musk realizó una fuerte inversión que lo convirtió en principal accionista del grupo con un 20% de participación. En 2008, Musk asumió el cargo de CEO de la empresa y lideró su impresionante ascenso en el mundo de la tecnología y la industria automotriz. La empresa pasaría a ser pública en 2010.

Elon Musk, fundador y CEO de Tesla, actualmente se enfrenta a un juicio debido a demandas presentadas por inversionistas de la compañía que lo acusan de haber manipulado el valor de las acciones en 2018. Todo comenzó con un tuit publicado en agosto de 2018, en el que Musk anunciaba su intención de retirar a Tesla de la bolsa y hacerla privada, ofreciendo comprar todas las acciones a un precio de 420 dólares cada una. Aunque la idea de retirar a Tesla de la bolsa podría ser considerada audaz, la forma en que se presentó la oferta – mediante un tuit y utilizando una referencia a la marihuana en el precio – fue considerada imprudente e incluso estúpida por algunos. Se entendería viniendo de alguien como Mike Dean o Snoop Dogg. Cuándo Snoop Dogg se ofreció como CEO de Twitter, a Elon Musk no le causó gracia.

El impulso de Musk no se detendría allí. En 2022, propuso adquirir el 100% de las acciones de la red social Twitter a un precio de 54.20 cada una (una vez más con una referencia al 4-20 que sólo debió encantaría al grupo Sleep o a los Cypress Hill), a pesar de que en ese momento el valor de las acciones apenas superaba los 40 dólares. Musk ofreció pagar casi un 40% más del valor actual de las acciones de Twitter, sacando a la empresa del mercado público y convirtiéndola en privada. Sin embargo, su plan de jugar al póker en lugar de al ajedrez no funcionaría. Trató de retractarse y renegociar su oferta, pero la SEC no lo permitió y Musk se vio obligado a cumplir con su oferta original para evitar multas por incumplimiento. La compra de Twitter por parte de Musk se convertiría en una de las peores transacciones en la historia de las empresas tecnológicas. Musk se apoyó en el capital de fondos de inversión en Medio Oriente para demostrar que tenía los recursos necesarios para llevar a cabo la compra.

Musk ha utilizado anteriormente Twitter como medio para anunciar posibles compras y ventas de acciones. Según Musk, utilizaba la red social como una forma de comunicación “democrática” para informar a todos los inversionistas posibles sobre sus intenciones, a pesar de que no presentaba documentos oficiales para formalizar estas acciones. Con esto, Musk violaba uno de los principios fundamentales del fundador de Vanguard, John C. Bogle, quien sostenía que especular para distorsionar los precios en el mercado es inaceptable. A través de Twitter, Musk buscaba magnificar el impacto de sus declaraciones sobre la compra de criptomonedas y acciones de Tesla, lo cual generó descontento entre los accionistas de la compañía y los poseedores de criptomonedas. Es probable que Musk viera en Twitter una forma de impulsar sus acciones especulativas con el objetivo de obtener ganancias rápidas, en lugar de invertir en proyectos sólidos a largo plazo.

La psicología económica es una disciplina cada vez más relevante en el mundo actual. Se centra en comprender cómo las emociones, motivaciones, percepciones y cogniciones de las personas influyen en las decisiones económicas tanto individuales como colectivas. Además, se ocupa de cómo el manejo del riesgo y la incertidumbre afectan a estas decisiones. El objetivo final es mejorar la eficiencia de los mercados y de las políticas económicas. Sin embargo, algunas personas buscan sacar provecho personal de esta disciplina. Tal es el caso de Elon Musk, quien utilizó Twitter como una herramienta para influir psicológicamente en los inversionistas y obtener beneficios rápidos a corto plazo. Para Musk, Twitter es visto como una herramienta para controlar la narrativa mundial, obteniendo beneficio personal de ello. Sin embargo, las advertencias de John C. Bogle sobre el riesgo de especular y distorsionar los precios en el mercado no deben ser ignoradas. Como resultado, más de la mitad del valor de Tesla se esfumó en meses y la fortuna de Musk, que se estimaba en 200 mil millones de dólares en 2021, desapareció en gran medida antes del fin del 2022. Con ello, Musk se convirtió en la persona que más riqueza ha perdido en la historia, un récord Guinness que es difícil de superar.

En 2018, Musk causó revuelo con su oferta audaz en Twitter para convertir a Tesla en una empresa privada. Sin embargo, no pudo demostrar que tenía los fondos y la solvencia necesaria para llevar a cabo esta transacción. A pesar de ello, su anuncio generó expectativas e hizo subir el precio de las acciones, muchas de las cuales estaban en su poder. Sin embargo, cuando se reveló la naturaleza infundada de la oferta, el precio de las acciones cayó estrepitosamente. Es indudable que el anuncio de Musk fue irresponsable y causó millonarias pérdidas a muchos inversionistas, quienes decidieron demandarlo legalmente. Con su adquisición de Twitter, su esquema de especulación se ha vuelto cada vez más evidente. A medida que su visibilidad ha aumentado, Musk ha pasado de ser considerado un héroe, el “Tony Stark” de la vida real, a ser visto como un villano, algo así como Justin Hammer en Marvel Comics, enemigo de Iron Man (Tony Stark). Este personaje ficticio es una advertencia sobre lo que una persona puede llegar a ser si deja que la ambición y la avaricia se conviertan en sus principales motivaciones. Es interesante compararlo con figuras como George Soros, quien también se le acusa de influir en políticas económicas y sociales a nivel mundial, y se ha convertido en el “gran súper villano de la narrativa conspiranoica pero su fortuna es minúscula en comparación con la de Musk. ¿Quién podría tener un mayor impacto en el mundo, Musk o Soros? Sin duda, Musk.

La envidia y el desprecio hacia personalidades como George Soros y Bill Gates provienen de una fuente profunda y compleja. Como uno de los tres principales filántropos del mundo junto a Warren Buffett, Soros y Gates han destinado gran parte de sus riquezas a causas sociales a través de sus fundaciones. El hecho de desprenderse de tanta riqueza de manera desinteresada ha causado incomodidad entre los millonarios del planeta, impulsando campañas de desprestigio hacia estos dos personajes vistos como “traicionando” el club de los grandes capitalistas del mundo. A pesar de que las fortunas de Gates y Soros son menores a la de Elon Musk, muchos creyentes de teorías de conspiración tienen una visión miope y siguen viendo a personajes como Soros, quien ha luchado contra el comunismo en Europa durante décadas, o a Gates quien ha impulsado campañas para la salud y el bienestar, como los mayores peligros para el mundo. Para los gobiernos autoritarios, la injerencia de Gates y Soros es vista como una amenaza y para las peores dictaduras, Soros y sus “sociedades abiertas” son considerados enemigos a destruir. Para la ultra derecha, la vocación social de Gates y Soros es una traición imperdonable. A pesar de esto, sigo creyendo que el hecho de que Musk fuera el hombre más rico del mundo por un tiempo, representaba el mal mayor y sigue siendo un problema aunque a menor escala luego de su descalabro el año pasado.

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