
Por: Rolando J. Vivas
Me comentaban hace unos días que ¿cómo era posible que hablara sobre Winston Churchill, Arnold Schwarzenegger y Steve Jobs en un mismo espacio? Me resulta fácil mencionarlos, porque son mis tres héroes favoritos desde hace mucho tiempo. Los tres son personas cuya vida y trayectoria no deja de causarme admiración en todo momento. Muy diferentes personajes cada uno en cierta forma, pero con algunas características muy similares.Tan similares que no es nada complicado hablar de ellos y cuyas conexiones son precisamente lo que me resulta tan llamativo.
Leyendo el libro sobre Winston Churchill, escrito por el primer ministro inglés Boris Johnson, (no el mejor libro, pero si uno de los más recientes sobre Churchill) algo preocupante viene a la mente. En éstos días la gente ya casi se ha olvidado de Churchill. Las nuevas generaciones apenas recuerdan al legendario primer ministro. El papel fundamental de Churchill durante la Segunda Guerra Mundial es determinante para la conclusión de ésta, y el inicio de la resistencia contra la avanzada nazi.
Divertido, irreverente y políticamente incorrecto. Estadista, reportero de guerra, escritor ganador del premio Nobel de literatura y pintor. Churchill cómo personaje fue alguien fuera de serie, miembro del partido Conservador en el Reino Unido, pero bastante pragmático como para establecer lazos fuertes con el partido Laboral, enemigo jurado del comunismo, pero capaz de entender la necesidad de aliarse con el mismo Stalin, para enfrentar una amenaza mayor, la de Hitler.
Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, muchos daban por terminada la carrera política de Churchill. Era el único de los personajes políticos relevantes que se negaba a negociar con Mussolini, el representante de Hitler. Churchill logró obtener el apoyo del partido Laboral, lo que le ayudó a obtener el apoyo que su propio partido se negaba a darle. Sus dotes como negociador pragmático y como gran motivador mediante la oratoria, lograron que se ganará el apoyo de todo el país. Churchill lograría el respaldo mayoritario de forma democrática, para tomar las decisiones más difíciles durante la guerra.
Churchill debería ser recordado como uno de los ejemplos más grandes de la resiliencia humana. Se levantó de fracasos rotundos y se alzó con triunfos cada vez mayores. La adversidad sin duda lo volvía más fuerte. Un hombre de palabra si, pero también un hombre de acción. Decía estar más preocupado por la inacción que por la acción, y recalcaba su enorme entusiasmo para ir de fracaso en fracaso sin rendirse. Esa era su definición de éxito y una de sus grandes lecciones.

Bien, ¿Qué podrían tener en común alguien como Churchill y Arnold Schwarzenegger? Mucho. Admiro la tremenda visión de Schwarzenegger a sus 15 años. Arnold a esa edad ya se veía como campeón mundial de fiscoconstructivismo (algo similar le pasaría a Bill Gates cuando vio una computadora por primera vez en su escuela). Sus conocidos le recomendaban se dedicara al fútbol, el deporte más popular en su natal Austria. Arnold se decidió por el mundo del fiscoconstructivismo, considerado “el menos popular de los deportes en su Austria”.
En contra de todos los pronósticos, Arnold logró entrar al mundo de las pesas y los gimnasios. Dejó Austria a los 19 años rumbo Alemania, con el fin de convertirse en campeón europeo. Cuando todos lo veían como la gran promesa, fue duramente derrotado por Chet Yorton en el Mr. Universo de 1966. Arnold comenta que ese día lloró, pero no se rindió y se propuso mejorar. Al siguiente año conquistó por fin el máximo título europeo y se fue a los EEUU. Nuevamente recibiría una sorpresa brutal, al ser derrotado por Frank Zane en 1968. Con un físico más pequeño que del Arnold, pero mucho más detallado, Zane representó otra lección. El resultado de está derrota fue más disciplina y más trabajo, al año siguiente Arnold conseguiría el título arrebatado por Zane una año antes.
Arnold sufriría una nueva derrota bastante dolorosa en 1969, frente al increíble Sergio Oliva. Oliva, alias “El Mito”, se coronaria como el fiscoconstructivista, hasta entonces más grande de todos los tiempos al ganar el Mister Olympia por tercera ocasión, el título más importante de fiscoconstructivismo en el mundo. Arnold nuevamente usaría la derrota a su favor, el fracaso lo motivaría a entrenar más duro y a enfocarse en vencer a Oliva. Para el siguiente año, Arnold impondría ante Oliva (y en 1972, una vez más). Así Arnold concluía una de sus metas anheladas, ser el mejor físico constructivista del mundo. Este no era el fin ya que, otras metas seguirían, así, Arnold sorprendería a muchos cuando anunció su siguiente meta, ser actor. En 1970 Arnold era un individuo de más de 110 kilos, que apenas conocia unas cuantas palabras en inglés. Muchos rieron a carcajadas de su sueño.
Para los 80s y 90s, Arnold ya estaba convertido en una de las más grandes estrellas de Hollywood, un ícono de la pantalla grande y el más grande actor de cine de acción del momento. Cuando Arnold anunció que su siguiente meta era entrar al mundo de la política, muchos rieron nuevamente, aunque ya se sabía que era difícil apostar en contra de Arnold. Para el 2003, Arnold competía para ser gobernador del estado de California, ganaría las elecciones y posteriormente se re elegiría, donando todo su sueldo durante su periodo (al igual que Churchill, Arnold comenzaría en un partido de derecha y se movería hacia el centro y la izquierda, paulatinamente). Nada mal para un chico nacido en una pequeña villa rural en el centro de Europa al que no le gustaba el fútbol.
La lección más importante que se repite en Churchill y en Schwarzenegger, es cómo reaccionaron a sus derrotas, como se aferraron a su visión, a pesar de tener todo en contra. La humillación de la derrota y el fracaso, en ambos se convertía en el coraje y la energía para intentarlo una y otra vez. ¿Qué mayor humillación, que ser expulsado de la empresa que creaste por el presidente ejecutivo que tú mismo contrataste? Esto le pasó a Steve Jobs, la gran estrella de las computadoras personales, luego de casi llevar a la quiebra a Apple, a mediados de los 80s.

Para muchos una humillación de éste tipo causaría un daño irremediable, el fin de sus carreras, la muerte de todos los sueños. No para Jobs. Su salida de Apple sólo sería el inicio de su segundo periodo de grandeza, uno superior al primero. Jobs conseguiría despegar un cúmulo de nuevas empresas ganadoras. Next, que le valdría su regreso triunfal al mundo de la tecnología y que sería un éxito rotundo, del que através de su venta, regresaría a Apple. También estaría Pixar, que expandiría su visión a otros campos en el mundo de la tecnología, el arte y el diseño. Ahí comenzaría una nueva etapa para Jobs como líder visionario, reconocido a nivel global, y creador de una relación única con sus clientes, que adorarían con locura los productos lanzados por Apple.
Jobs daría muestra así de su férrea visión, sus recién maduradas capacidades como líder, para ir más allá de lo posible. Poseedor del llamado “campo de distorsión de la realidad”, Jobs se encargaría de convencer a sus colaboradores de que nada era imposible. Otra característica más de Jobs, aunque poco reconocida, era su enorme habilidad negociadora, la cual quedaría demostrada al convencer a las 5 principales disqueras del planeta sobre el futuro de la industria. El iPod y iTunes se beneficiarían enormemente de la capacidad de Jobs para hacer lo imposible una vez más, convencer a estos monstruos a la vez, de cuál era el futuro de la música, y de unirse al concepto visionario de Jobs.
Visionarios, resilientes y con un valor a toda prueba, habitantes de mundos muy distantes pero tan cercanos en espíritu. Personajes que siempre supieron cuál era su propósito. Sin miedo a luchar por el sueño a pesar de las dificultades. Capaces de levantarse una y otra vez, y de salir fortalecidos ante la adversidad, tenaces como pocos y capaz de influir en el mundo a su propia manera, cada uno, como diría Jobs, dejaría una marca muy profunda en el universo.
Personajes increíbles todos
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lo hiciste ahajaja, los volviste a poner en un sólo escrito, increíble, felicidades
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Churchill fue un grande, de Schwarzenegger no sabía muchas cosas, y ni que decir de Jobs, vaya figura, muy buen escrito
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yo fui el que lo comento ahajajaja
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en una cantina me pasaría riendo con Churchill, no creo que Jobs o Scwarsenegger sean tan divertidos
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muy buen post, excelente
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personajes con temple de acero, jamás se rindieron
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pienso que en varios aspectos si son muy similares
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me quedo con Churchill, todo un gigante de la historia
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largo pero bastante buen post
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its good, can you write it in english please!
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asombrosa reflexión
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me gustó la historia de Arnie
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es una lectura muy larga pero muy interesante
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licor, esteroides y lsd ¿no? el desayuno de los campeones
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una excelente reflexión, emocioante de principio a fin
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con tres genios, pesto estuvo genial
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excelente lectura de principio a fin
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increíble rollo, buenísimo
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muy loco todo lo que leí
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